Deportes | A propósito por Jaime García Elías * Interliga Un fastidio para los invitados Por: EL INFORMADOR 2 de enero de 2010 - 04:12 hs Una cosa es que la Copa Libertadores sea el torneo de clubes más importante del continente; que para los equipos mexicanos sea un legítimo anhelo participar en ella; que llegar lejos en el mismo —como eventualmente lo han hecho el Atlas, el Cruz Azul y el América— constituya una distinción en el historial... y otra muy diferente que el Torneo Interliga (que hoy arranca, por cierto) que lo precede y de alguna manera lo determina, llegue a ser un fastidio para los “invitados”. * Lo primero se explica por sí mismo: la Copa Libertadores es al continente americano lo que la Liga de Campeones es al europeo: la competencia continental que reúne a la crema y nata del futbol. Fue una conquista que los equipos mexicanos pudieran colarse en ese certamen, restringido en sus primeras ediciones a los clubes sudamericanos. Si para conseguirlo tuvieron que colarse de noche y por la puerta de atrás, “sobornando” —de alguna manera— a algunos clubes sudamericanos (de Bolivia, Venezuela y anexas) predestinados a servir de carne para los leones, al paso del tiempo se legitimó su participación en la medida en que los patrocinadores constataron que enrolar a los equipos mexicanos habían sido un buen negocio. Eso quedó especialmente claro el año pasado, cuando la medida de marginar a los Guadalajara y San Luis, so pretexto de la contingencia sanitaria por la aparición del virus A H1N1, dañó en el aspecto económico al certamen en su conjunto. * El relativo desdén de los equipos mexicanos por el Torneo Interliga, también se explica. Dirigentes, técnicos y jugadores saben que sacar boleto para la Libertadores implica el compromiso de disputar prácticamente dos torneos paralelos en una misma campaña..., y, en consecuencia, el riesgo de comprobar, con los resultados en la competencia doméstica (la cual, al final de cuentas, es la que más interesa), que “El que a dos amos atiende —en efecto—, con alguno queda mal”. De ahí el desgano por el Interliga. De ahí el desinterés de los aficionados por esos partidos. De ahí que se tomara la decisión de venderlos a los promotores estadounidenses, para presentarlo como atractivo a los aficionados mexicanos residentes del otro lado de la frontera, y que de pretextos para vacunarse contra la inmensa nostalgia que invade su pensamiento con respecto al terruño, piden, precisamente, su limosna. Buen provecho. Temas A propósito Jaime García Elías Lee También Tragedia con dividendos: el negocio político del desastre en México Gael García combate el miedo a través del cine Desamparados Cartucho Recibe las últimas noticias en tu e-mail Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones