Jueves, 16 de Mayo 2024
Cultura | Escritores se reúnen en la 'Gala por el placer de la lectura' para contar sus historias

Un placentera despedida

Escritores se reúnen en la 'Gala por el placer de la lectura' para contar sus historias

Por: EL INFORMADOR

Ni el origen ni el estilo de cada escritor evitó que se juntaran para hablar sobre su mayor pasión: la lectura.  /

Ni el origen ni el estilo de cada escritor evitó que se juntaran para hablar sobre su mayor pasión: la lectura. /

GUADALAJARA, JALISCO (8/DICIEMBRE/2013).- Las puertas del paraíso para la literatura se cierran. Las últimas páginas se pasan, y los últimos  puntos se colocan. Fue más de una semana de conferencias, presentaciones, funciones de teatro, paneles, mesas de discusión, brindis, peleas, retrasos, contratiempos, cancelaciones, homenajes, charlas y música. La FIL tuvo para todos, y en sus últimos momentos, se dio el lujo de armarse una gala de lectura. ¿Y por qué no? Todo se vale los domingos por la tarde.

Dirigida por Jorge Hernández, la Gala por el placer de la lectura, un nombre que el moderador pidió que se cambie por ser excesivamente pomposo, fue protagonizada por Guadalupe Nettel, Ana María Shua, Xavier Velasco, Eduardo Sacheri y Milton Fornaro. Escritores de orígenes diferentes, estilos radicalmente distintos, pero unidos por la fe ciega en que la lectura es capaz de salvar almas y abrir caminos.

Hernández explicó que cuando nacieron, las galas tenían solamente a dos escritores como protagonistas, y su objetivo era entablar una animada tertulia entre ambos. "Pero se ha diversificado, y se ha complicado mucho, porque ahora somos cinco escritores distinguidos. Agradezco a quienes vinieron, porque que un domingo en la tarde se reúna gente a hablar de la literatura, es encomiable".

El tema de la gala fue el primer acercamiento que tuvieron los escritores con la lectura. A partir de sus opiniones, se enriquecieron los diálogos finales del encuentro literario.

Xavier Velasco

Velasco se definió como un niño diferente, que se aislaba para llamar la atención, pero al descubrir la lectura, también dio con un mundo nuevo.

"Tendría nueve años cuando unos compañeros me dijeron que escribiéramos un capítulo de una serie de televisión. Ellos se burlaron de mí, porque mis personajes no eran los de la serie, porque nunca la había visto. Pero el chiste era inventarlo, todo. Y me seguí, escribiendo historias de soldados, de caballeros medievales".

Guadalupe Nettel

La escritora nació con un problema en el ojo derecho, que le impidió tener un desarrollo parejo al de otros niños.

"Vivía bastante aislada por mi problema de vista, y los niños son muy cabrones. Fui muchas veces el chivo expiatorio de mi salón. Necesitaba una manera de vengarme, y lo hice escribiendo cuentos en los que les ocurrían tragedias a los de mi salón. Mi maestra me pidió que les leyera lo que estaba escribiendo, lo leí en público, y para mi sorpresa, los niños estaban fascinados, porque vieron que sabía hacer algo".

"Los que no molestaba tanto me vinieron a reclamar porque no estaban en el cuento. Me convertí en la contadora de historias".

Eduardo Sacheri

La lectura fue una manera de compensar pérdidas que el escritor enfrentó desde su niñez.

"Yo empecé bastante tarde a escribir. Empecé a los 25 o 26 años, ahora tengo 45.En ese momento no tenía claro por qué, ahora lo sé".

"En esa época estaba pensando con mi mujer en tener hijos. Yo perdí a mi papá a los 10 años, y me entusiasmaba un montón la posibilidad de ser papá, pero me aterraba reproducir eso, 'tengo hijos, pero, ¿si me muero?'. Lo sé, eran pensamientos muy lindos".

El autor agrega que pese a sus demonios internos, "no se me dio por hablar del miedo a morir cuando comencé a escribir. Se me dio por inventar historias, y en ese invento, fue un modo de hablar con mi padre, resignarme a no ser jugador profesional de futbol, a esas mujeres que no se enamoraron a mí".

Ana María Shua

Ella se consideró, pese a todo, una escritora en exceso precoz. "Yo tuve mi primer éxito literario a los 8 años. Fue un poema para el Día de la madre, en mi escuela primaria. Al principio, escribir me parecía un sueño hermoso, pero muy lejano".

Milton Fornaro

"Yo empecé a escribir por una necesidad vital, fisiológica. Era muy tímido, no le hablaba ni a mis hermanos, y lo hacía para acercarme. Escribí cuentos, porque era un género que sentía cercano".

Fornaro apunta que "cuando uno escribe no obtiene respuesta, lo que uno hace es formularse respuestas a sí mismo. Yo leía novelas de aventura, policiales, que me atraían. Creía, y creo, que la ficción debe ser entretenimiento".

EL INFORMADOR / FRANCISCO GONZÁLEZ

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