Un cronista de las minorías los indígenas: Peralta

CIUDAD DE MÉXICO (20/JUN/2010).-  Cuando un escritor y periodista como Carlos Monsiváis se muere uno piensa en la multiplicidad de labores y profesiones que éste hombre hizo a favor de México. Él es cronista de las minorías los indígenas, los homosexuales, los desempleados y todas aquellas especies humanas que no tienen voz. Y aunque todo esto suene como lugar común una visión como la de el autor de la conciencia colectiva de este país es absolutamente imprescindible, imprescindible porque no todos los intelectuales de este país tienen el concepto de patria,  de nación y de compromiso con los descastados.

Que un escritor como Carlos Monsiváis haya muerto es un daño irreparable para un país que necesita pensarse, para un lugar en donde los intelectuales han renunciado a servir a los demás, donde los intelectuales están atendiendo los intereses del poder. En un lugar donde los intelectuales no observan que este país está sin rumbo y dividido. Carlos es una voz que va a hacer mucha falta.

Carlos  Monsiváis y Elena Poniatowska no han renunciado al compromiso que tienen con la pluma, no renunciaron a los compromisos que se tienen con este país. Sé que suena a discurso político, pero si se pusieran a leer los textos de Carlos Monsiváis, si leyeran el último Apocalipstick  entenderían el grave problema en el que nos ha metido la derecha de este país.

Ojalá surgiera otro Monsiváis, ojalá haya otros disidentes del pensamiento que le digan al poder las atrocidades que se están cometiendo. Carlos Monsiváis nos va a hacer mucha falta, lo vamos a ver en los próximos días.