Representaciones imposibles en Curro y Poncho

GUADALAJARA, JALISCO (29/ENE/2014).- Después de casi 10 años de no trabajar juntos, el curador Francisco Borrego Vergara alias "Curro", encontró una manera de volver a conectar a los artistas Gabriel Rico Jiménez y Octavio Abúndez en una exposición titulada "Presentando lo Irrepresentable", compuesta por seis piezas entre arte objeto, escultura y videoinstalación.

La muestra que se inaugura el jueves 30 de enero a las 20:00 horas en la Galería Curro y Poncho pone en evidencia que las representaciones visuales de la naturaleza, del ser humano y de las ideas están condenadas a fallar: nunca serán exactas ni se convertirán en lo que representan. A lo más que podemos aspirar es a dar pistas sobre diversos conceptos.

"A primera vista pareciera que la práctica de estos dos artistas no tiene tanto en común, pero sí lo tiene. Los dos coquetean con muchas disciplinas y con una gran gama de temas. Aquí el reto era hacer algo interesante que tuviera cosas de los dos. Y todo se basa en un concepto clave que es la liminalidad: que habla de la transición de cuando empiezas a ser algo pero no dejas de ser lo otro, y se usa mucho en ritos de paso y ceremonias", platica "Curro", también propietario de la galería.

La liminalidad es un término utilizado en la antropología para referirse a la fase intermedia de un tiempo-espacio que consta de tres partes. Así por ejemplo, describe algunos rituales practicados por culturas de todo el mundo como el bar o bat mitzvah judíos y la fiesta de los XV años celebrada en Latinoamérica, que hacen alusión a ese momento en que las personas dejan de ser niños pero todavía no son adultos.

"Las piezas no son fortuitas, tuvimos varias pláticas para definirlas. Cabe mencionar que aunque algunas son nuevas, de este año, no hay una sola lectura", comenta Gabriel Rico.

Una de sus piezas titulada "Oro, madera y miel", es un patrón visual de ondas longitudinales hecho con palos de madera barnizados con oro y miel. La forma alude al espectro sonoro que se dibuja en el software de sonido cuando el artista pronuncia esas palabras.

"Es la parte de representar la información y que ésta trascienda, porque el sonido es bien ambiguo". La obra también se inspira en la antigua práctica egipcia de momificar a los difuntos con esos materiales.

Por su parte, una de las piezas de Octavio Abúndez, "Mariana", es una escultura en mármol de una niña que se está atando las agujetas. En ella, el artista trata de evocar la fragilidad de una pequeña que se acaba de caer. Sin embargo, "Mariana" reveló su verdadera fragilidad tras sufrir un accidente que acabó por degollarla, sin que eso fuera la intención del artista. Eso reveló otra interesante aproximación a la obra, que será expuesta de esa manera: con la cabeza en el suelo, al lado de los zapatos.

"Curro" agrega que la búsqueda de conexiones entre las piezas y los múltiples intentos de representar distintas cosas genera un diálogo entre ambos artistas así como entre el público y la obra.

"Teníamos miedo de que fuera un poco de chile, mole y picadillo, pero al final está mejor. Me gusta porque no tiene mucho contexto atrás: llegas, absorbes y te vas. No tienes que haber leído un libro para entender".

La idea es que el espectador se someta en ese trance voluntariamente en el cual puede decidir si concuerda o no con la obra.

SABER MÁS

"Presentando lo Irrepresentable" se inaugura el jueves 30 de enero a las 20:00 horas en la Galería Curro y Poncho y estará hasta principios de marzo.

EL INFORMADOR / BRENDA RAMOS