Recuerdan a Pancho Villa a 86 años de su trágica muerte

CIUDAD DE MÉXICO.-Idealizado por unos, satanizado por otros, Pancho Villa sigue siendo un personaje popular en la historia universal, y a 86 años de su trágica muerte se le recordó con una ceremonia luctuosa y un ofrenda floral que se depositó en el Monumento a la Revolución.  

En representación de Marcelo Ebrard, jefe de gobierno del Distrito Federal; el director general del Fideicomiso del Centro Histórico, Inti Muñoz Santini, dijo que gracias a la lucha que libraron los sectores populares, campesinos, obreros y ciudadanos, hoy este país tiene educación pública, derechos para los trabajadores y seguridad social.  

Agregó que gracias a la valentía de esos revolucionarios hoy México puede elegir a los gobernantes, y por ello debe honrar la democracia, la justicia y la libertad.  

En el acto también estuvieron la coordinadora de Patrimonio Histórico Artístico y Cultural, Guadalupe Lozada; y el diputado perredista Pedro Avila Nevárez.  

Doroteo Arango Arámbula, verdadero nombre de Villa, fue uno de los jefes de la Revolución Mexicana, cuya actuación militar fue decisiva para la derrota del régimen del usurpador Victoriano Huerta, quien mandó asesinar al presidente constitucional, Francisco I. Madero.  

Nació en San Juan del Río (Durango) el 5 de junio de 1878 y murió asesinado en una emboscada en Hidalgo del Parral (Chihuahua) el 20 de julio de 1923.  

Conocido también como el Centauro del Norte, Villa se unió en 1910 al movimiento maderista, primero a través de su compadre Eleuterio Soto, y después mediante Abraham González, con quién tenía ligas comerciales.  

El 17 de noviembre de 1910 atacó la Hacienda de Cavaría; ese mismo día se dedicó a reclutar gente para sus tropas desde un principio. En la lucha armada maderista se distinguió por su audacia y organización.  

La Revolución Maderista comienza a revelar el ingenio militar de Pancho Villa, en el Tecolote, engaña a las fuerzas del general Juan N. Navarro poniendo sombreros sobre estacas para simular un contingente mayor, obligando a ese militar a la retirada.  

El revolucionario y sus soldados participaron en los momentos claves de la lucha revolucionaria como la caída del dictador  Porfirio Díaz, al lado de Madero y Emiliano Zapata; la lucha contra Victoriano Huerta, junto con Venustiano Carranza y el llamado "Atila del Sur".  

Sobresalió como Jefe de las Batallas de San Andrés, Santa Isabel, Ciudad Camargo, Las Escobas y Estación Bauche, contra el general federal Manuel García Pueblita.  

Además participó en el mayor triunfo, al lado de Pascual Orozco: la batalla de Ciudad Juárez, contra el general Juan N. Navarro, a quién intentó fusilar.  

Después de tomar Torreón por unos momentos, Villa se hace de los primeros trenes de sus fuerzas, que después servirían para transportar grandes contingentes de la División del Norte.  

En 1912 dio muestras de su lealtad a Francisco I. Madero, al rechazar la invitación de Pascual Orozco para rebelarse. Más aún, retomó las armas para defender al gobierno maderista.  

Combatió en Chihuahua, Durango, y en Torreón se incorporó a las filas de la famosa División del Norte Federal, que comandaba Victoriano Huerta. A su lado participó en las Batallas de Tlahualilo, Conejos y Rellano. Por su actuación militar fue ascendido a general brigadier honorario.  

Por muy poco tiempo fue nombrado gobernador provisional de Chihuahua, aunque ejerció el poder por un período mayor, pues dictaba órdenes al gobernador Manuel Chao, quién había sido nombrado por Venustiano Carranza.  

Como gobernante Villa mandó imprimir diversos billetes, como los "dos caritas" y las "sábanas"; embargó tiendas y sustituyó a los comerciantes venales por administradores honorables, llenó el mercado de reses de las haciendas en las que intervenía; y abarató los precios del maíz, frijol y carne.  

Asumió funciones federales en materia de telégrafos y ferrocarriles; expulsó del estado a muchos españoles, acusados de que habían ayudado a Victoriano Huerta; reabrió el Instituto Científico y Literario y decretó el establecimiento del banco del estado.  

Era la tarde del día 20 de julio de 1923, cuando Pancho Villa murió en su coche, alcanzado por 47 balas de pistola cuando se dirigía a una fiesta familiar en Hidalgo del Parral, tierra donde se había establecido.