Viernes, 03 de Mayo 2024
Cultura | La exposición Obsesiones de Luvina y Comala está inspirada en la obra de Juan Rulfo

Pepe Silva recrea los paisajes de Juan Rulfo

La exposición Obsesiones de Luvina y Comala, que se inaugura mañana en Tapalpa, está inspirada en la obra del autor de Pedro Páramo

Por: EL INFORMADOR

El detonador de la muestra que Pepe Silva inaugura mañana en Tapalpa, fue la beca del FONCA que obtuvo en 2007.E. BARRERA  /

El detonador de la muestra que Pepe Silva inaugura mañana en Tapalpa, fue la beca del FONCA que obtuvo en 2007.E. BARRERA /

GUADALAJARA, JALISCO (21/OCT/2010).- Escuchar desde pequeño los relatos de Juan Rulfo y casi habérselos aprendido de memoria provocaron en José Francisco Silva Villalever, conocido como Pepe Silva, un diálogo interno entre los impulsos y los sentimientos, que dio origen a Obsesiones de Luvina y Comala, que se inaugura mañana como parte de las actividades del Festival de la Luna en Tapalpa.

La idea de abordar la obra del autor originario de San Gabriel surgió en 2007, cuando Pepe Silva comenzó a trabajar el proyecto que inscribió en la beca del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (Fonca) y que trabajó durante todo el siguiente año.

“Juan Rulfo tiene una particularidad, que sus descripciones son en blanco y negro. La obra que estaba trabajando la había hecho a color, cuando iba en el duodécimo cuadro me di cuenta de eso, por lo que tuve que volver a empezar, empleando solamente blanco y negro, entonces surgieron más de 20 pinturas”, explica el artista tapatío, quien tomó clases de pintura desde muy pequeño en el taller de Jorge Martínez.

Terminar el proyecto fue muy estresante, porque había que entregarlo y Pepe no quería repetir lo hecho, sino a partir de ello producir una nueva obra. Al final, se cumplió el plazo y terminó la beca.

“Elegí este tema porque me di cuenta que durante por lo menos tres años me pasé escuchando de modo inconsciente la obra de Juan Rulfo, narrada en su propia voz, lo cual atrapó mi imaginación. Casi sin querer, durante una plática, caí en cuenta que tenía esta obsesión. Algo existía en estas historias que atrapaban mis pensamientos, que me creaba la necesidad de repetir esto una y otra vez. Algo había en su obra, algo qué resolver, así que decidí tomar el tema”, afirma Pepe Silva.

Cada obra instalada en los muros de la Casa Gálvez viene acompañada de extractos de No oyes ladrar a los perros, Talpa, Luvina y Diles que no me maten, para contextualizar las  20 piezas distribuidas en la Casa de Cultura del Pueblo Mágico.

No oyes ladrar a los perros

Atacar el lienzo no fue sencillo para Silva Villalever, hubo momentos de desesperación porque “los personajes no aparecían sobre el lienzo. Hasta que me dije: ‘Pepe deja de pensar, sólo ponte a sentir el cuento, si no lo haces así, no vas a poder pintar nada’”.

El resto fue dejarse llevar por las historias hasta que salieron las emociones y los paisajes rurales del Sur de Jalisco comenzaron a brotar sobre el lienzo. “Pude ver a Tanilo, pude dialogar con él, en ese momento mi pincel tomó el color exacto que me permitió plasmar las figuras que van saliendo de nuestra conversación. Sentía como si estuviera dialogando con mi pasado, pero en las palabras de Rulfo, ya que soy partícipe y los personajes me parecen conocidos. Escuchaba las conversaciones de mi abuelo que era de ahí (San Gabriel), así como también las conversaciones de la gente de la región”.

Talpa

Una vez sentado frente al lienzo, los ecos de un disco de la obra de Juan Rulfo impidieron que Pepe dejara el pincel. Las ideas, recuerdos y vivencias de otros tiempos bombardearon su mente, así como la sensación de que su abuelo lo acompañaba.

“Escuchaba la grabación que tenía, toda de corrido, una y otra vez. En cada momento que sentía o surgía una imagen, me detenía y anotaba el lugar de dónde surgió. Así lo hice en repetidas ocasiones, hasta que comencé a trabajar con extractos de las narraciones, cosas muy específicas, con la intención de concentrarme en lugares, paisajes, personajes, historias, y así yo hacer la mía”, afirma el pintor de 49 años.

Luvina

Obsesiones de Luvina y Comala se suma a la decena de exposiciones individuales y colectivas, y bienales en las que ha estado presente el trazo de Pepe Silva Villalever, tanto en México como en el extranjero.

Conforme avanzaba en la producción de los cuadros, “todo comenzaba  a ser diferente, el pincel se deslizaba con fluidez, inclusive en algunas obras y según les llegara la luz aparecían y desaparecían algunos de los fantasmas que viven por ahí, no sé cómo se metieron, pero ahí estaban. Claro, no siempre, sólo a veces, según les diera la luz”.

Diles que no me maten

Con diferentes personas, Juan Rulfo ha sido tema de conversación para Pepe Silva, sobre su quehacer literario y su pasión como fotógrafo. Quizá lo último, señala Silva Villalever, sea una de las razones por la que sus cuentos no los describe en color. “Tal vez será porque sus relatos son sobre tierra áridas. Sin embargo, cuando pinté en blanco y negro también descubrí que a todos esos fantasmas les gusta más vivir en obra monocromática”.

Pepe Silva desde el art brut

La corriente estilística desde la que pinta Pepe Silva es denominada art brut, que de acuerdo al museógrafo y curador Luis Eduardo López, “se refiere al arte creado por gente ajena al movimiento artístico y que carecen de una formación artística, por lo que es una creación como en bruto. No hay esa finura o una idea clara para el trazo, para la mezcla de colores; es más intuitivo el proceso creativo”.
Cuando la crítica de arte Raquel Tibol conoció el trabajo de Silva Villalever, inmediatamente lo clasificó en la corriente del movimiento acuñado como art brut en 1945, por Jean Dubuffet.

Obsesiones de Luvina y Comala, de Pepe Silva / Inauguración mañana 18:00 horas / Casa Gálvez, Tapalpa / Festival de la Luna NAGEGA: www.lunafest.com.mx

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