Paulina Gómez Riebeling retrata lo inhabitable

GUADALAJARA, JALISCO (05/MAY/2012).- Paisajes rurales y urbanos convertidos en texturas, pero también en cuestionamientos que invitan a un diálogo con nuestro entorno espacial, son las fotografías que Paulina Gómez Riebeling presenta en su exposición "Teorías de lo Inhabitable", actualmente montada en la Galería Álvaro Aceves.

Siete piezas bastan para mostrar “cómo vemos los espacios y cómo estamos acostumbrándonos a vivirlos, sin saber si estos nos habitan a nosotros o nosotros a ellos”, explica la autora. Y en cinco impresiones de formato mediano, una grande y una pequeñita, las tomas aéreas que la fotógrafa hizo desde una avioneta nos muestran las superficies que habitamos vistas desde un gigantismo que modifica toda percepción.

“La pieza en gran formato es una foto de casas que están saliendo hacia Tlajomulco y se ve como una textura, como si fuera una tela vista desde lejos, pero son espacios mínimos en los que se puede meter toda una familia”. Así comienza la reflexión de Gómez Riebeling quien haciendo alusión al esquema griego de lo micro y lo macro, presenta texturas derivadas de esa visión “desde una perspectiva diferente”, y que en la versión rural pueden estribar en imágenes aterciopeladas que en realidad son zonas de vegetación.

Desde esta proporción extrapolada, plantea “cómo hay veces que podemos adaptar un espacio a nuestras necesidades o al revés, adaptarnos nosotros o adaptar nuestras necesidades al espacio que ya está ahí”. De aquí el título Teorías de lo Inhabitable “porque habitar viene de la palabra habito y eso es lo que hacemos cuando vivimos en un lugar, trabajamos, amamos, comemos, nos habituamos a él y lo habitamos”.

La piezografía y los formatos

Impresas en piezografía, que es un grabado electrónico –o bien digital- sobre papeles de fibra natural como el algodón, las fotografías de Gómez Riebeling alcanzan efectos de una ilusión óptica al simular tramas como las de un bordado o las del terciopelo. Esto es por “el grano que se abre a la misma textura del papel que absorbe las tintas, que en piezografía son muchísimas más, con una gama amplísima de colores y tonos en toda la impresión, logrando volumen”.

Esta nueva tecnología en impresión digital que simula dimensiones, otorga también longevidad a la obra. “Es muy diferente a imprimir en papel y dura mucho más que una fotografía normal a la que el color se le va en un rato”.

Paulina Gómez Riebeling se ha ido dando a conocer además por el manejo de la imagen tanto en medianos y pequeños formatos, como en los muy grandes, como es el caso de fotografías montadas en espectaculares. “Eso me encanta porque es ver los detalles de las cosas –dice-. Si te pones a ver un espacio de dos por dos centímetros, puedes encontrar un paisaje al hacerlo grande, y también si a un espacio grande lo imprimes en un papel de 1.10 por .70 metros y lo vuelves chiquito, es como convertirlo en una maqueta. Es darle otra dimensión y otra vida a las cosas”.

Así, en Teorías de lo Inhabitable, esta fotógrafa goza al ver que “a primera vista el espectador no entienda bien qué es, o que piense que es algo más, porque en fotografía es lo que hay, y al voltearlo y lograr que se piense que lo que está ahí es otra cosa…” –Paulina termina su frase sonriendo como cuando un mago ha realizado su truco-.

La exposición, curada por Ricardo Guzmán quien colocó ordenadamente en un lado de la galería las imágenes de lo rural y en el otro las de lo urbano, ha escrito en su texto de sala “Yo espectador participo. Tú, imagen abres el diálogo”. Con esto invita a la muestra que permanecerá montada en la Galería Álvaro Aceves (Victoriano Salado Álvarez número 97, colonia Ladrón de Guevara) hasta finales de mayo.