Para eso son las plazas

TONALÁ, JALISCO (22/MAY/2011).- En el transporte público llegar a Tonalá es una odisea. Del centro de Guadalajara a la plaza Cihualpilli, en el corazón del municipio al Oriente la aventura puede tardar hasta 90 minutos e incluye sudores, carreras y quizá toparse con un embotellamiento; “pero valió la pena porque es para ellos” dice Benjamin Villa, quien procedente del Distrito Federal llevó a sus hijos a disfrutar de recital del Coro municipal el pasado viernes, para continuar con la programación del Festival Cultural de Mayo (FCM).

La cita era a las siete de la tarde pero el evento ocurriría 40 minutos después mientras el calor seguía explotando el pavimento. Juan, el que vende Bon Ice hizo su agosto en mayo. Los raspados más comprados fueron los de coco y vainilla, pero también estaban los de guayaba, jamaica, tamarindo y fresa. Ahí, en la plaza Cihualpilli, no hizo falta anunciar nada; la gente salió a la calle a ver pasar la vida. Y en medio de todo, un grupo de más de 40 hombres, mujeres, niños y niñas, que con apenas diez meses de trabajo le robaron la atención a más de alguno. El Coro Municipal ahora es su orgullo.

Adalberto Álvarez Nuño llevó en sus ojos la energía que no pueden mostrar sus piernas. Con sus 75 años, todas las tardes sale a la plaza a ver cuándo llega la noche. Le aplaudió al coro pero  “seguro (vinieron)  por el diez de mayo, siempre hacen estas fiestas y bailables; y está bonito que también los niños canten, son como jilgueritos”. Con sus canas pronunciadas y sus manos temblorosas cada que terminaba una de las cinco piezas Adalberto se desvivía por aplaudir.

Y ahí también estaba Georgina Moreno, una comerciante que no reparó en agradecer este tipo de eventos porque “toda la gente de aquí vive del turismo; somos comerciantes y este tipo de eventos le dan vida a la plaza; aquí no es como Guadalajara; nosotros convivimos mucho con los vecinos, tenemos una comunicación sana, constante… es muy bonito venir a Tonalá pero es mejor vivirlo”. En una carreola Georgina mece a su nieta. Escuchando al coro ella piensa que “para eso es la plaza, para que salgamos a la calle”. Lo tiene claro.