México pierde la voz crítica de Carlos Monsiváis

Ninguna causa era menor para Monsiváís: Páez Varela
Lo admiré tanto que nunca quise frecuentarlo: Fadanelli
Un luchador contra la intolerancia: Alvarez Icaza
Monsiváis, de aquí a la eternidad: Navalón
Un cronista de las minorías los indígenas: Peralta
Carlos Monsiváis: Campanadas por nuestro inglés

CIUDAD DE MÉXICO (20/JUN/2010).- Una ovación en punto de las 21:15 horas rompió el silencio que desde minutos antes inundaba al Museo de la Ciudad de México, cuando el cuerpo del escritor Carlos Monsiváis entró por la puerta principal.

Hasta por un minuto, los aplausos se prolongaron para dar la bienvenida al autor de Cultura popular mexicana, quien llegó acompañado de sus más cercanos familiares, así como de artistas, funcionarios culturales y personalidades inmersas en el mundo de las letras, todos ellos con dolor en el rostro.

Entre las personalidades que rodearon el féretro de madera color miel, donde reposaban los restos del intelectual mexicano fallecido ayer al mediodía en la Ciudad de México, se encontraban la escritora Cristina Pacheco; la presidenta del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes ( Conaculta), Consuelo Sáizar; el flautista Horacio Franco; y el rector de la Universidad Nacional Autónoma de México, José Narro Robles.

Elena Poniatowska, Consuelo Sáizar, Elena Cepeda, y José Narro Robles montaron la primera guardia de honor; momentos después fueron sustituidos por otros colegas y amigos de “la voz crítica de México”.
Horacio Franco, entrañable amigo de Monsiváis, interpretó una pieza musical a manera de réquiem por el amigo que se ha marchado y que ha provocado una “profunda tristeza”.

Junto al féretro fue colocada una fotografía de gran formato, donde se aprecia al intelectual sonriente y teléfono en mano mirando fijamente a un gato.

El autor de Días de guardar falleció en el Instituto Nacional de Nutrición Salvador Zubirán, donde ingresó el 2 de abril pasado víctima de complicaciones de fibrosis pulmonar.

Hoy será incinerado antes del mediodía y mañana será objeto de un homenaje en el Teatro de la Ciudad.