Domingo, 28 de Abril 2024
Cultura | Con dos títulos en las librerías

Las voces de Seúl, un encanto para Plascencia Ñol

Un poemario y un libro de crónicas de viaje son las novedades en la carrera del escritor jalisciense

Por: EL INFORMADOR

GUADALAJARA, JALISCO.- Los viajes se han convertido en una inspiración para el escritor jalisciense León Plascencia Ñol, aunque asegura que nunca ha sido intencional. Este aspecto se muestra en su reciente entrega titulada Satori y en Seúl es una esquina blanca. La primera obra ya está en las librerías y el segundo título está a unos días de que comience su distribución.

Los dos libros son distintos a pesar de estar marcados por la ciudad de Seúl (Corea del Sur). Sus momentos y sus estilos son diferentes, según comenta el autor.

Satori es una edición del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta). Se trata de un poemario integrado por Pentimento, La cordillera y Satori, que le da el título a la obra, cuya estructura visual simula las olas del mar que vienen y van.

El autor, que publicó sus primeros textos a los 17 años, señala que una de sus palabras favoritas es “satori”, porque representa un momento de iluminación, y para definirla cita a un estudioso del tema: “El satori es el centro de todas las enseñanzas budistas”.  
Seúl es una esquina blanca está cobijada por el sello Equilibrista. En este libro relata su viaje por tierras coreanas.
Además de su trabajo como escritor, Plascencia Ñol es editor de la revista tapatía La Zona.

- ¿Cómo surge cada uno de los tres poemas largos incluidos en “Satori”?
- Satori es un libro que escribí en distintos años. Son tres poemas largos, cada uno de ellos tiene que ver con un instante, de esto me di cuenta al final, cuando ya los tenía reunidos, no al principio; no pretendí que los poemas surgieran de un instante preciso, sino que así se fue dando. Satori es una palabra que me gusta mucho también, es una forma de estar en el mundo. Es un momento de iluminación que podemos tener cualquier ser humano.

- ¿Cuál fue el primer poema con que comenzó a vislumbrarse el libro?
- Satori fue el primer poema, que vino de un momento específico en Playa de Iguanas, aquí en Jalisco. El sujeto, el personaje del poema, está sentado en la playa con una mujer. Ella tiene los pies cubiertos de arena y llega una ola, la moja y le empieza a quitar la arena la ola que iba y venía. Cada poema tiene una estructura distinta. Satori intenta con su estructura repetir el movimiento de la ola. Es el primero que escribí, pero el que cierra el libro.

- ¿Cómo están estructurados los otros dos poemas que también pertenecen a este poemario?
- Los otros dos son La cordillera y Pentimento. La cordillera lo escribí en 2004, en Bogotá. Comencé a escribir un poema que es homenaje a la ciudad misma. Pasa a un lado de Bogotá la cordillera de los Andes.  Las cordilleras son como serpientes y la estructura del poema funcionó así, como esta serpiente, y habla de una serie de instantes. En 2007, me fui a vivir a Seúl y ahí escribí Pentimento, un poema largo y está construido por pequeños bloques de texto que son pequeñas islas en las páginas.  

- ¿Por qué este interés por el budismo y el uso de la palabra satori?
- Me interesa el budismo desde hace muchos años. Ojalá fuera un conocedor del budismo zen, me entusiasma. Es una filosofía que me atrae mucho, sobre todo la idea del despojamiento total y la capacidad de contemplación y meditación, entrar a un estado de meditación donde uno se vacía de contenido. Finalmente es a lo que aspiramos quienes escribimos poemas, esperamos vaciarnos del lenguaje.

- ¿Cómo es que el viaje marca su obra, como se desmuestra en la obra editada por el Conaculta?
- Es azaroso, nunca busqué que un instante en una playa de Jalisco, que un instante en Bogotá, que un instante en Seúl fueran los motores de la construcción de los poemas; fue completamente azaroso. El viaje es importante para mí como persona, siempre me permite abrir los ojos al mundo y ver qué está sucediendo. A veces, el viaje aparece en lo que yo escribo, pero no necesariamente.

- Otro título es “Seúl es una esquina blanca”. ¿También es producto de este viaje por tierras coreanas?
- Sí, me permitió hacer este libro. Es un libro sobre Corea y es una obra muy extraña, porque es una mezcla de crónica con cuento, con ensayo; es una mezcla de géneros. Es el primer libro que es autobiográfico de manera muy evidente. En todos mis otros libros hay autobiografía, pero velada o transformada, en Seúl es una esquina blanca es una autobiografía. Es un libro que yo hice como diario, cada semana yo les mandaba a unos amigos por correo electrónico los avances de lo que escribía allá y cuando regresé a México me di cuenta que tenía muchísimas páginas y empecé a darle un sentido más literario.

- ¿Este año tiene dos libros publicados y en librerías?

- Salieron durante la pasada edición de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, pero empezarán a circular en estos primeros días de este año.

EL INFORMADOR/ MAYRA TORRES DE LA O

“Entrar a un estado de meditación donde uno se vacía de contenido, finalmente es a lo que aspiramos quienes escribimos poemas”, León Plascencia Ñol, escritor

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