Las revelaciones de “Gabo” llegan a las librerías

MADRID, ESPAÑA (28/OCT/2010).-Pararse en un estrado y dirigir un sermón de manera verbal o escrita, es para Gabriel García Márquez “el más terrorífico de los compromisos humanos”. Sin embargo, en su más reciente publicación Yo no vengo a decir un discurso, que sale hoy a la venta en España y Latinoamérica, reúne “artefactos literarios perfectos” que escribió con la intención de ser leídos en voz alta.

En el nuevo libro del escritor colombiano publicado por Random House Mondadori se encuentra una selección de 22 textos que recorren su vida, desde el que escribió a los 17 años para despedir a sus compañeros del curso superior en Zapaquirá, en 1944, hasta el que leyó en México ante las Academias de la Lengua y los reyes de España, en 2007.

Con la obra Yo no vengo a decir un discurso, se reconoce la prosa llena de música, duende y alma de Gabriel García Márquez, y se revela porqué y cómo empezó a escribir el Premio Nobel de Literatura. “Yo comencé a ser escritor de la misma manera en que me subí a este estrado: a la fuerza”.

Seis años después de la publicación de su breve novela Memoria de mis putas tristes, la poesía, la escritura, el periodismo como el mejor de los oficios, el cine, el medio ambiente, sus amigos escritores o políticos, como el ex presidente de Colombia Belisario Betancur o el escritor Álvaro Mutis, protagonizan estas piezas literarias y que sólo así se pueden considerar a estos discursos o relatos impregnados de magia y sello personal.

Posteriormente, García Márquez reconoció que “el oficio de escritor es tal vez el único que se hace más difícil a medida que más se practica”.

Defensor de la imaginación  de América Latina

La publicación recoge también el bello y comprometido discurso que “Gabo” leyó cuando recibió el Premio Nobel: La soledad de América Latina. Se trata de una reivindicación como escritor y persona, de la singularidad de América Latina y en la que, entre otras cosas, cuestiona lo siguiente: “¿Por qué la originalidad que se nos admite sin reservas en la literatura se nos niega con toda clase de suspicacias en nuestras tentativas tan difícil de cambio social?”.

Y continúa: “¿Por qué pensar que la justicia social que los europeos de avanzada tratan de imponer en sus países no puede ser también un objetivo latinoamericano con métodos distintos en condiciones diferentes?”.

Y para defender la imaginación, escribió que “América Latina es el primer productor mundial de imaginación creadora, la materia básica más rica y necesaria del mundo nuevo…”.

Del periodismo, Gabriel García Márquez afirma que se aprende “haciéndolo” y que la buena primicia “no es la que se da primero sino la que mejor se da” o que la grabadora no es el sustituto de la memoria.

Curiosamente, la publicación de Yo no vengo a decir un discurso coincide con la salida el 3 de noviembre, de la nueva novela de Mario Vargas Llosa titulado El sueño del celta, un acontecimiento cargado de expectación por la reciente concesión del Nobel al escritor peruano.