Cultura | La secretaria de Cultura estatal reconoce que es una asignatura pendiente de revisar La seguridad no es pieza de museo Myriam Vachez, secretaria de Cultura de Jalisco, reconoce que es una asignatura pendiente de revisar, aunque sí se destinan recursos en ese rubro Por: EL INFORMADOR 28 de julio de 2013 - 23:29 hs Instituto Cultural Cabañas. Este recinto es el ejemplo a seguir ya que cuenta con el sistema más sofisticado en seguridad. EL INFORMADOR / GUADALAJARA, JALISCO (29/JUL/2013).- Falta de custodios y equipo de videovigilancia amenazan al patrimonio de los museos que dependen de la Secretaría de Cultura, pues aunque algunos como el Instituto Cultural Cabañas o el Museo de Sitio de Palacio de Gobierno cuentan con mecanismos de seguridad reforzados, el resto evidencia precariedades al respecto, reconoce la titular de la dependencia estatal, Myriam Vachez Plagnol. Tras rechazar durante una semana abordar la situación de la seguridad en los museos del Estado, finalmente la funcionaria accedió a hablar sobre la necesidad de reforzar la custodia del patrimonio que se exhibe en los 10 diferentes recintos que, dijo, dependen de la institución a su cargo, sin embargo, no detalló montos ni acciones concretas para que esto ocurra. “Ahorita en el Estado evidentemente tenemos como uno de los principales temas, en relación a los museos, no sólo mantener la (seguridad) que ya hay —porque sí hay—, sino incluso reforzarla en aquellos donde se necesita reforzarla, sobre todo en los museos de los municipios del interior (de Jalisco)”, declaró Vachez Plagnol. “Debemos tener cuidado con ese tema, pero de que existe, existe, de que se le destina dinero, sí”, aunque no pudo indicar el monto que desde el Gobierno del Estado se le eroga a la seguridad de los museos de Jalisco”. A paso de museo En un recorrido por cinco museos de la Secretaría de Cultura quedó de manifiesto una disparidad en las medidas de protección de cada recinto, es decir, no existe un protocolo estándar que los rija. El museo de Arqueología de Occidente, por ejemplo, que se encuentra en remodelación; finca su seguridad en el sistema de circuito cerrado, más que en su personal. Durante el día sólo siete personas resguardan las instalaciones del museo; por la noche, apenas son cinco. Sin embargo, en los pasillos de los tres niveles del edificio hay cámaras de videovigilancia, así como en las salas del primer y segundo piso. El Museo de Artes Populares, ubicado en el Centro de la ciudad, es uno de los más descuidados. Lo resguarda únicamente un elemento de la Policía Estatal y no cuenta con cámaras de vigilancia, además, una sola persona se encarga de acompañar a los visitantes cuando lo solicitan, por lo que no hay vigilancia en el resto de las salas, sobre todo en las de la planta alta. Otro factor de riesgo son las vitrinas, pues por lo menos tres presentan fisuras que fácilmente se podrían vencer. Laura Peregrina Manzano, administradora del museo, le resta importancia argumentando que los objetos con que cuentan no son de alto valor económico, sino cultural. Por otra parte, el museo de Sitio de Palacio de Gobierno cuenta con altos niveles de seguridad por encontrarse en el mismo recinto donde despacha el gobernador, de manera que cuenta con videovigilancia y elementos de la Policía Estatal en las salas. El Organismo Público Descentralizado Instituto Cultural Cabañas es un caso similar, cuenta con cámaras móviles en todas las salas y en los alrededores del inmueble, que es patrimonio cultural declarado por la UNESCO. Finalmente, el Museo Interactivo Trompo Mágico, al tratarse de un espacio en el que se pueden tocar los objetos, hay personal en todas las salas y videovigilancia, que les cuesta 150 mil pesos mensuales. Falta policía especializada Para el historiador y presidente del Consejo Estatal para la Cultura y las Artes (CECA), Arturo Camacho Becerra, es necesario implementar en los museos de Jalisco una policía especializada que tenga sensibilidad en arte, que sea capaz de dar información a los visitantes y, ante un incidente o conato de robo, hacer detenciones oficiales. Este tipo de elementos especializados que se desprenden de la fuerza pública del Estado existen ya en el Distrito Federal, y para Camacho, Jalisco está en condición de capacitar a una parte de su personal para resguardar los principales museos, por lo menos los que dependen del Ejecutivo. “(Los custodios actuales en Jalisco) son gente que está capacitada para vigilar y decirte ‘no te acerques’, pero no para impedir una acción delictiva”, dice el especialista. “En cambio, la policía especializada tiene su uniforme, te puede dar información sobre el museo pero también está capacitada para responder a cualquier acto violento o vandálico”. Al respecto, la titular de la Secretaría de Cultura, Myriam Vachez Plagnol, afirmó que no lo ha considerado, pero que la voz del director del CECA será escuchada y valorada para su posible implementación. “(El caso de la policía especializada) debemos tratarlo con los diferentes directores de los museos. Hemos estado confirmando la seguridad en todos estos museos, porque sí tenemos como encomienda no bajar la guardia”, dijo la funcionaria. Los focos rojos se encendieron cuando el 14 de julio pasado, un par de personas intentaron robar ornamentos de oro, piezas de cobre y collares de turquesa del Museo Regional de Guadalajara, a cargo del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), donde los custodios llamaron a sus superiores mientras los delincuentes intentaban abrir la vitrina, pero no hubo respuesta de ellos. Por fortuna, los delincuentes no pudieron consumar el acto y huyeron. El hecho dejó ver la falta de capacitación entre el personal de seguridad que resguarda los recintos de arte en la ciudad, asegura el historiador, además de mostrar deficiencias en habilidades, y también en número. “Se ha ido disminuyendo la plantilla (de custodios) y el entrenamiento, sobre todo para inhibir actos vandálicos y no nada más viendo que no te acerques a las vitrinas. La situación que estamos viviendo exige otro tipo de recursos de defensa”, afirma. Pero no todo recae en los custodios, sino en un minucioso sistema de videovigilancia con visión de cada rincón de las salas, como el que está presente en museos de la talla del de Arte Moderno (MOMA) de Nueva York o el de Louvre de París. Myriam Vachez, secretaria de Cultura de Jalisco, reconoce que es una asignatura pendiente de revisar, aunque sí se destinan recursos en ese rubro Políticas culturales. Apertura a la propuesta de crear una policía especializada Museo de Sitio de Palacio de Gobierno. Al estar en el mismo edificio donde despacha el Gobernador del Estado, el cuidado y la seguridad en este recinto son una obviedad. El Museo de la Ciudad, un caso de suficiencia De día y de noche, un policía tapatío vigila el Museo de la Ciudad. Sus tareas consisten básicamente en observar que no salga ni entre ninguna pieza al inmueble sin que haya un oficio de por medio. Evidentemente también cumple la función de vigilar que no ingresen objetos con los que se pueda poner en riesgo al patrimonio de la institución. En total son tres policías otorgados por el Ayuntamiento de Guadalajara. Cubren turnos de 24 horas cada tercer día. Para Mónica del Arenal, directora del Museo de la Ciudad, estos elementos son suficientes para resguardar el edificio: “Lo que veo de positivo de que sean siempre los mismos, es que sabemos quiénes son. Saben que no puede entrar ni salir obra, piezas, ni equipo, si no es a través de un papel oficial”. Las medidas de seguridad que toma el museo consisten en esta revisión visual del agente de seguridad y en el registro de las personas que asisten; esto último toma una doble función, porque así también se hace una estadística sobre los intereses que los ciudadanos buscan en el museo, ya sea alguna colección, cualquier tipo de gestión o tareas de investigación y académicas. La funcionaria municipal menciona que la seguridad del museo no es sólo responsabilidad de los policías. Cada persona que labora en la institución tiene la responsabilidad de vigilar que no se esté haciendo mal uso del espacio: “El factor humano es el que puede generar esta cuestión de cuidado, de vigilancia, y cualquier miembro de museo puede hacerlo. Si alguien ve que se está haciendo un mal uso del espacio o un comportamiento inadecuado dentro del museo, en realidad cualquier persona debería señalarlo”. Hay cámaras que forman parte de un circuito cerrado, de las que sólo operan tres. Mónica del Arenal dice desconocer la razón, y aunque no precisa el dato, afirma que es una situación que pasa desde hace varios años. A la pregunta de que si le interesa que las cámaras funcionen para que haya un mejor resguardo de las piezas del museo, responde que “no estaría de más”, y que las gestiones para activar todas las cámaras, especialmente en las instituciones que tienen colecciones de alto valor, deben llevarse de manera coordinada con las autoridades municipales. Temas Secretaría de Cultura de Jalisco Política cultural Lee También Avalan nueva Ley Orgánica de la Armada de México Hay más de mil viviendas afectadas por lluvias en Puerto Vallarta: Protección Civil ¿Cómo estará Guadalajara por la tarde; habrá lluvia? Bienestar inicia censo de afectaciones por lluvias en cinco estados del país Recibe las últimas noticias en tu e-mail Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones