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Cultura | La exposición ya había estado de gira por Nueva York

La obra de Gabriel Orozco toma París en el Bicentenario

Esta es la primera exhibición individual que Orozco presenta en el Centro Pompidou

Por: EFE

El objetivo de la muestra es reflejar que México es un país con una historia muy rica. AP  /

El objetivo de la muestra es reflejar que México es un país con una historia muy rica. AP /

PARÍS, FRANCIA  (14/SEP/2010).- Gabriel Orozco (Jalapa, 1962), uno de los artistas plásticos más internacionales de México, tomará a partir de mañana el Centro Pompidou de París, coincidiendo con el Bicentenario de la Independencia de México.

"Una casualidad al ciento por ciento", según declaró este creador, con la misma causticidad, poética y corrosiva a la vez, que palpita en sus obras, o que emplea cuando insiste en que éstas no son arte.

La exposición, que ha tenido mecenazgo del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes de México (CONACULTA), llega a París antes de ir a la Tate Modern de Londres y después de haber pasado por el MOMA de Nueva York, donde fue inaugurada en diciembre pasado, y por el Kunstmuseum de Basilea (Suiza), donde estuvo en abril.

Sus obras, diminutas o monumentales, trabajadas con las técnicas, soportes y formatos más variados: maquetas de arquitectura, fotografías, esculturas, pinturas, collages u objetos reconfigurados, podrán verse en París hasta el próximo 3 de enero.

Entre las piezas expuestas, la muestra parisiense ofrece la presencia de una pareja de "policías originales", "una performance inédita" a cargo de unos actores que hacen de policías mexicanos y vigilan las obras, subraya el Centro Pompidou en el programa.

"Añadimos un par de guardias mexicanos importados para la seguridad de la obra porque, aquí, como que no hay suficiente seguridad en Francia, sobre todo con la obra extranjera", comentó Orozco.

"Está lleno de franceses que se roban todo, entonces aquí están los mexicanos para proteger mi patrimonio nacional", bromeó.

Sin tener una misión "de represión", según explicó a uno de ellos, sí se ocupan de vigilar las piezas, algunas de ellas de muy escasas dimensiones, colocadas sobre rústicas mesas alargadas.

Ésta es la primera exhibición individual que Orozco presenta en el Centro Pompidou, institución que posee obra suya y con la que está en relación desde hace tiempo, explicó el artista.

Ocupa una gran sala a la altura de la calle, cerrada por muros que Orozco quiso conservar totalmente transparentes, de ahí que, si bien expone las mismas obras que en el MOMA, el montaje sea "muy distinto, menos museístico".

Más que "una retrospectiva histórica convencional", la de París es "como una instalación", o como "un proyecto de retrospectiva donde se ve un poco de todo de mi trabajo", consideró Orozco, que la estructuró en tres líneas, "una línea de objetos, una línea de mesas y una línea de obra gráfica".

"Elevator" (1994), ascensor del que cortó una sección horizontal y reunió las dos restantes atendiendo a las proporciones de su cuerpo; y "Yielding Stone" (1992), una bola de plastilina del peso del artista ennegrecida por la suciedad de las calles por donde ha rodado, son piezas hechas "a escala del cuerpo humano y en relación con la vida cotidiana", como en general toda su obra, explicó.

El cuerpo "es una manera de medir las cosas", de entender el entorno, "lo que tocamos, nuestra percepción de las cosas", subrayó Orozco, muy interesado también en los desechos orgánicos.

"El cuerpo es uno de los motivos importantes de mi trabajo"; pero en un sentido abierto, como una herramienta, "no tanto como un logo o como un emblema político", sino como "una manera política más abierta", comentó.

Preguntado por su obra "Four Bicycles (There Is Always One Direction)" (Cuatro Bicicletas. Siempre Hay Una Dirección), dijo no tener "la menor idea" de por qué eso habría de ser arte. "Ahí las puse", son cuatro bicicletas ensambladas de esa manera. "Ve el título, se llama 'cuatro bicicletas', no dice que sea arte", recalcó Gabriel Orozco.

Según comentó la directora del Instituto Cultural de México, Carolina Becerril, en las reuniones habituales con el Centro Pompidou sugirieron que mostrasen la obra de "un artista mexicano representativo" y el centro seleccionó a Gabriel Orozco.

"Se dio toda libertad al artista, al museo y al comisario de la exposición", pero desde el inicio de las conversaciones "pedimos que justamente la inauguración al público fuera en una fecha tan emblemática como es el 15 de septiembre", resaltó.

Además de conmemorar un día tan señalado, el objetivo era también reflejar que México es un país con una "historia muy rica, con un patrimonio cultural enorme y con representaciones artísticas vivas, contemporáneas y dinámicas, como es en este caso Gabriel Orozco", destacó Becerril.

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