Ilán Lieberman: ''el arte está en todas partes''

GUADALAJARA, JALISCO (11/JUL/2012).- Le tomó cuatro años realizar el proyecto artístico Niño Perdido. A partir de la observación cotidiana de las diminutas fotografías de niños extraviados en el periódico, Ilán Lieberman (México, 1969) decidió comenzar a recopilarlas y copiarlas en dibujos compuestos por pequeñísimos puntos.

Para contemplar los cien retratos expuestos en enero de 2009 en el Museo de la Ciudad de México, era preciso tomar una lupa: para percibir la minucia del trabajo, pero también como metáfora de búsqueda. Además de convertirse en libro, la serie se expuso en El Paso, Texas y en Ámsterdam, Holanda.

Desde el lunes pasado, el artista capitalino se encuentra en Guadalajara para impartir el taller Revisión de Trabajos, dirigido a jóvenes artistas dispuestos a poner en común sus proyectos, inquietudes, objetivos, temas y propuestas, y encontrar las posibles salidas y campos de acción en su desarrollo profesional.

“Es un ejercicio de retroalimentación”, explicó Lieberman sobre el taller que se lleva a cabo en el Laboratorio Jorge Martínez. “La idea es hacer un diálogo abierto en el que todos los integrantes pueden ir vertiendo sus ideas y que de ahí salga algo útil para el trabajo de cada quien”.

La mayoría de las piezas de Lieberman, como él mismo explicó, surgen de alguna observación del entorno inmediato, “ya sea de algo que veo en la calle o con lo que me enfrento a diario”, dijo. “Es quizá como si fuera la mirada de un turista: que está ahí pero con distancia para percibir ciertas cosas”.

En el caso de Niño Perdido “me llamaba la atención el fenómeno pero también la imagen. Ver cómo iba adquiriendo cierta expresividad a través de la reproducción, y cómo tenía una carga con la que estaba diciendo todo: hablaba del abandono, del hecho de que en realidad nadie los está buscando, de las posibilidades de encontrarles, y de que quizá estaban perdidos antes de estar perdidos”.

La experiencia en el trabajo con estudiantes la ha adquirido Lieberman en la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado “La Esmeralda”, donde actualmente imparte la materia de producción. “Yo pienso que yo aprendo mucho más de lo que enseño, la verdad”, expresó el artista, quien consideró esta interacción como una forma de intercambio.

Cuestionado acerca de las posibilidades de sobresalir de los miles de jóvenes que actualmente deciden cursar una licenciatura artística, Lieberman opinó que es necesario entender que “en el arte también hay canales de distribución hegemónicos totalitarios que definen lo que se ve y lo que no se ve (…) Pero el arte –aunque suene como cliché— está en todas partes, y eso lo sabe cualquier persona a la que le mueva la belleza”. 

Además, es un hecho que se están multiplicando las herramientas y los mismos canales de distribución, agregó: “La realidad ahí está, el público puede ser cualquiera, y la comunicación la puedes establecer no sólo a través de los canales hegemónicos; ahí está You Tube y otros sitios en internet que patrocinan proyectos (…)”.

Para Lieberman, es una falacia que el arte esté solamente en las galerías y museos o en la colección de un rico, por eso es importante “apagar la máquina de control y no poner demasiada atención”.

“Creo que la tarea de la humanidad es colosal; tenemos tareas de todo tipo que cada vez son más urgentes de enfrentar: la tarea demográfica, ecológica, económica, social. En términos del arte yo pienso que la tarea es ampliarlo hacia todos lados, que es donde está”.

Perfil

Ilán Llieberman (México, 1969) cursó la carrera de diseño gráfico y continuó su formación artística de manera autodidacta: trabajando en la pintura, en el dibujo y en la investigación.  Además de exponer en algunos de los espacios más importantes en la ciudad de México –como el Museo de Arte Moderno, el Museo de Arte Contemporáneo de la UNAM y la Colección Jumex— Lieberman ha mostrado su trabajo en Paris, San Francisco, Austria, Suecia, Bélgica, España, entre otros países.


EL INFORMADOR / EUGENIA COPPEL