En rentas, el Cabañas se cuece aparte

GUADALAJARA, JALISCO (25/MAY/2013).- Cuando se ufana del título de Patrimonio de la Humanidad, otorgado por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) en 1997, el Instituto Cultural Cabañas es como una mujer de belleza premeditada, indiscutible, que porta con altanería un vestido ampón, y cuya espalda es acariciada por un racimo de caireles rubios. Sin embargo, cuando se trata de rentar sus espacios para generar ingresos que salven el barco, los trabajadores del Instituto, Organismo Público Descentralizado que tiene a su cargo la preservación, investigación y divulgación de la obra de José Clemente Orozco, sacan el vestido rabón del armario para que el recinto cambie su función y se vista de fiesta.

El Cabañas no figura en el tabulador para la Renta de Espacios Culturales, de la Secretaría de Cultura estatal como el Ex Convento del Carmen, el Foro de Arte y Cultura y el Teatro Degollado, entre otros. Y no está porque el espacio expositivo se cuece aparte.

La intención de aplicar el tabulador, vigente desde 2011, generó chispas y fue rechazada por distintos grupos artísticos. Uno de los puntos que se le cuestionan es que permitiría que los espacios se renten para actividades que no tienen que ver con la cultura: fiestas, congresos, reuniones o sesiones fotográficas privadas..., totopos que el Cabañas ya doraba desde hace algunos años.

Al ser un organismo público descentralizado, el Instituto Cultural Cabañas tiene patrimonio y recursos propios, otorgados por el Gobierno del Estado; no aparece en el tabulador porque jurídicamente es un “desconcentrado” que opera mediante las decisiones que se toman en el Consejo Directivo, presidido actualmente por la titular de la Secretaría de Cultura estatal, Myriam Vachez.

Además del presupuesto —17.3 millones en 2013, cifra que no cubre el gasto corriente anual, estimado en más de 19 millones de pesos—, el Instituto puede atraer ingresos a través de subsidios y aportaciones y el “arrendamiento de sus instalaciones para eventos derivados de sus funciones y en general las que determine el propio Consejo Directivo del Instituto”, según consta en el Artículo 20 de la Ley Orgánica del Instituto Cultural Cabañas, aprobada el 13 de noviembre de 1980, durante la administración de Flavio Romero de Velasco.

De acuerdo con la Coordinación de Eventos y Compras, el costo por rentar el Patio Mayor es de 160 mil pesos; 80 mil por el Patio de los Naranjos; 60 mil por la Capilla Tolsá; 45 mil por el Patio de las Artes Populares; 45 mil por el Patio José Clemente Orozco, y 20 mil por la Sala de Cine Guillermo del Toro, que sólo se renta por las mañanas, pues el resto del día no es posible debido a que es sede de la Cineteca Nacional. Todo el dinero que se reúne por las rentas de estos seis espacios se queda en las arcas del Cabañas.

Esta casa editorial buscó al director administrativo del Instituto Cultural Cabañas, Eduardo Zamarripa, pero la entrevista no pudo concretarse.

Entre los famosos eventos sociales que se han llevado a cabo en el Cabañas destacan la Primera Cumbre Iberoamericana, realizada en 1991; la Tercera Reunión Cumbre de América Latina y el Caribe con la Unión Europea, en 2004; la Tercera Cumbre de Líderes de América del Norte, en 2009; el 25 Aniversario del Consejo Regulador del Tequila, en 2009; Jalisco Moda Nextel, en 2010; el quincuagésimo Aniversario de Televisa Guadalajara, entre otros. Son festejos en los que fungió como salón de eventos.

El espacio también albergó conciertos memorables como el de Luis Eduardo Aute, en 2003; Amaury Pérez, quien en 2002 vino como parte de la “Ola cubana”, que arribó a la ciudad durante la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL); y Fito Páez, cuyo disco ''Mi vida con ellas'' contiene la versión en vivo de “Mariposa tecknicolor”, pieza que el argentino tocó en el Cabañas el 3 de noviembre de 2002.

Pásele

“El Antiguo Hospicio Cabañas es, sin lugar a dudas, un emblema de Guadalajara. Su imponente y sobria fachada destaca al final de la Plaza Tapatía. En sus hermosos patios, de distintas dimensiones, se llevan a cabo eventos de tipo social, corporativo o académico.

“Realice sus congresos, exposiciones, seminarios, conferencias, juntas de trabajo, aniversarios, eventos promocionales, lanzamiento de productos, showrooms, conciertos, etc. en este edificio Patrimonio de la Humanidad y viva momentos memorables con sus invitados”, se ofrece en el sitio de internet del Instituto.

El coordinador de exposiciones del Cabañas, Víctor Guzmán, aseguró que cuando una institución o un particular piden que se les abran las puertas del recinto para montar una exposición —que debe cumplir con ciertos requisitos—, no se les cobra, pero el traslado, el seguro y el embalaje corren por cuenta del interesado.

“El Cabañas se compromete a tener todo lo correspondiente a la museografía para tener las salas listas y en las condiciones adecuadas para recibir la obra. En algunos casos, se paga el regreso de la obra al lugar de origen”.

Una de las constantes críticas hacia la renta del recinto es que durante la administración anterior, el entonces secretario de Cultura, Alejandro Cravioto Lebrija, ordenaba que el espacio fuera prestado a sus “amigos” sin que se les cobrara.

María Inés Torres, quien fue directora del Instituto Cultural Cabañas de 2007 a principios de 2010, contó que en una ocasión el ex gobernador Emilio González Márquez aprovechó uno de los patios del área administrativa del inmueble para llevar a cabo una fiesta en la que se asaron 200 kilos de carne, cuyo humo provocó que los muros adyacentes adquirieran una pátina opaca que fue limpiada al día siguiente.

El Artículo 9 del Reglamento para el uso de los espacios del Hospicio Cabañas, sede del Instituto Cultural Cabañas, prohíbe cocinar, guisar, freír dentro de las instalaciones o inmediaciones.