En Triciclo para cambiar la ciudad

GUADALAJARA, JALISCO (17/DIC/2011).- Jóvenes y mucho. Son Luis Guillermo Natera y Raúl Gandarilla quienes en 2009 formaron el Colectivo Triciclo y apuntan, como muchos otros, a la conciencia de “hacer ciudad”. Lo que los hace diferentes, quizás, es que sumándose a las mociones de los grupos de activistas, ellos están añadiendo una serie de “activaciones” para provocar e involucrar al ciudadano en general. Tal es la manera como estos arquitectos hacen sonar su voz en medio del bullicio metropolitano.

Cuentan, que también como tantos otros, abrieron su despacho haciendo proyectos pequeños, pequeñísimos en verdad. “Una remodelación y una casa para el perro”, explica Gandarilla. Pero esa casa de perro les abrió la posibilidad de hacer una residencia de 800 metros cuadrados en un terreno de dos mil metros, libre de presupuesto. “Unas cosas te abren otras”, dice, y comenta que actualmente llevan a cabo diversas remodelaciones, una tienda de cocinas y un proyecto de vivienda de interés social.

La dupla salió de la carrera de Arquitectura (ITESO) hace apenas un año o ni siquiera eso. Natera lo hizo en 2010 y Garandilla hace unos meses. Y para ellos, ha sido “enfrentarnos a lo típico que nos dijeron en la universidad, que no hay trabajo para el arquitecto a la hora que sale de la carrera, y darnos cuenta de que sí hay pero que requiere de mucha imaginación y saberle mover”, dice Luis Guillermo.

— ¿Cómo se logra esta imaginación?
— RG: Es algo que nos ha movido siempre porque cuando sales de la escuela y pones tu despacho, empiezas por la casa del amigo, la casa del primo, la del papá y la mayoría se estaciona ahí, o trabajando en grandes despachos, explotados y ‘negreados’. Paran el aprendizaje ahí, se quedan dibujando. Pero nosotros pensamos en hacer este despacho como una mini escuela y nos propusimos hacer ensayos cada 15 días, discutir los temas con todos y obligarnos a leer.

— ¿Cuál es el discurso de estos ensayos, qué quieren comunicar?
— LN: Acabamos de abrir un blog que se llama Ciudad Pixel (ciudadpixel.mx) y ahí la discusión actual es cómo las tecnologías están modificando el entorno urbano y cómo estamos trasformando nuestras relaciones a partir de las redes sociales. Qué chistoso que ahora es tan fácil comunicarte con alguien en China o en Nueva York para hacer proyectos en conjunto, pero como sociedad nos estamos encerrando en cotos por seguridad y exclusividad, y nos cuesta tanto relacionarnos con el que vive a tres casas. ¿Qué nos está pasando, en qué momento perdimos el vínculo con nuestro espacio físico, el que habitamos día a día, y lo trasladamos a una cuestión completamente digital? Nos interesa mucho el tema y entonces hacemos arquitectura pensando en llegar a hacer ciudad.

— ¿Cómo se hace ciudad?
— LN: Ahí está el meollo del asunto.
— RG: Hemos tenido esa discusión, de que a todos nos gusta ir a los foros. En el de Carfree (septiembre 2011), nos invitaron al taller de calidad del aire, y vamos, nos sentamos, escuchamos y todos tenemos la información. Pero ¿qué pasa después? Se acaba la semana Carfree y todo se olvidó. Fue entonces cuando hicimos la activación urbana en avenida Chapultepec, se llamaba Smog un Auto y fue medir la contaminación de manera lúdica, que la gente la entendiera y le pusiera medida y tamaño. Esta activación terminó siendo muy comentada y publicada porque hizo tangible bajar la teoría a la ciudad, la digerimos y se la pasamos a la ciudadanía.

— LN: Smog un Auto la hicimos para la Wake Cup (noviembre 2011), una Organización No Gubernamental que trabaja con el ITESO, y lo que hacemos es que de lo que cobramos por un proyecto de arquitectura, destinamos una parte de los honorarios a hacer intervención urbana. Preferimos sacrificar la ganancia y a la oficina meterle de la bolsa, pero que se empiece a discutir el tema en los medios y que los ciudadanos de a pie empiecen a hablar de ciudad y nosotros los arquitectos escuchar lo que están diciendo.

— La ciudad está como está. ¿Cuáles son los aciertos y cuáles son los desaciertos que ustedes observan?
— RG: Que la ciudad se está dejando en manos del arquitecto, del urbanista y del gobernante, y el ciudadano no está teniendo la oportunidad de gestionar. Nosotros creemos que el arquitecto, y en este caso nosotros, asumimos el rol de interpretar la ciudad a partir de lo que está, pero también ofrecerle herramientas a la población para que ellos la trasformen.

— LN: Pero precisando qué está bien y qué está mal, lo que está bien es que empieza a haber grupos de ciudadanos activos como Ciudad para Todos, Colectivo Ecologista, GDL en Bici, y los grupos de colonias organizados. Ya empieza a haber ese despertar del ciudadano. Lo que también es una maravilla es la Vía RecreActiva, es el perfecto ejemplo de cómo se puede transformar una ciudad y de cómo los ciudadanos sí están dispuestos a salir y gozarla. Las cosas que están mal: la inversión completamente dispareja que se está haciendo en movilidad urbana sustentable contra coche o en el Poniente de la ciudad y no en el Oriente. También los pleitos que hay entre partidos y ponerle colores a estos movimientos.

— ¿Y a dónde va el Colectivo Triciclo?
— RG: A poner pequeñas agujitas urbanas que nos han ido dando la pauta de qué es lo que está pasando. Tenemos el proyecto de Quiosco Libre (estructura que promueve la lectura) que no queremos abandonar porque tiene muchísimo potencial y lo que vamos a hacer es no sólo ponerlo en el Poniente sino llevarlo al Oriente, ver lo que pasa. Tratar de que los estudiantes se sumen para gestionar otros Quioscos Libres y llevarlos a las administraciones correspondientes y a la industria privada. Lo que pasa es que la gente no está sabiendo cómo participar, no está habiendo la comunicación necesaria.

— ¿Cómo lograr que cualquier persona se involucre?
— RG: Yo creo que abriéndole a la gente este tipo de proyectos en los que les digamos ‘es esto, pero tú también te tienes que encargar porque también es tuyo’. Por ejemplo, a una recicladora que no sabía cómo sumarse a nuestro proyecto, le dijimos ‘tú organízanos un proceso de recolección, lo ponemos en el Quiosco y tú nos compras los materiales que recolectemos a la redonda’. Y con eso lo mantenemos.

— LN: Y el siguiente paso es empezar a consolidarnos como despacho y empujar la ciudad hacia el rumbo que queremos, al que estamos viendo, y bueno, buscar la manera de empezar a gestionar más proyectos públicos. Los despachos jóvenes no tenemos nada que perder y sí una ciudad completa por ganar.

— Entonces ¿qué le pedirían a Santa Claus?
— LN: Inversionistas que nos pongan a investigar porque el problema más fuerte que nos encontramos es la falta de recursos. Nosotros, que traemos remodelación y obra, estamos metidos como residentes, arquitectos proyectistas, secretarias, hacemos de todo y nos faltaría recurso para impulsar esto. Y como petición, que empiece a haber más concursos de obra pública y que se abran a arquitectos jóvenes. Nosotros tenemos cosas que decir y que aportar a esta construcción de ciudad.

Ana Guerrerosantos

PARA SABER
Incidir en la vida urbana

Luis Guillermo Natera y Raúl Gandarilla de Colectivo Triciclo, buscan elaborar proyectos con responsabilidad social y ambiental. Entre sus intervenciones y/o activaciones están:

- Smog un Auto: Dos cajones de estacionamiento fueron trazados sobre el camellón de la avenida Chapultepec en octubre pasado. Dentro de estos, dos siluetas de automóviles con datos y cifras sobre movilidad para concientizar del espacio que ocupa un vehículo en la ciudad y de la contaminación que emite mediante bolsas infladas con smog.

- Quiosco Libre: Implementación de un módulo de autoservicio de libros colocado en los Arcos de Zapopan durante el Foro Internacional de Arquitectura Com:Plot en noviembre.