El acero aprestad

GUADALAJARA, JALISCO (04/NOV/2011).- Tómame una foto, dijo una joven que consiguió lo que quería: portar un arma exclusiva del Ejército Mexicano. La gorra y el chaleco antibalas fueron colocados por los propios elementos militares. Sonriente, la chica de aproximadamente 20 años de edad, no dudó en solicitarle a su amiga que le tomara la fotografía del recuerdo. Con ambas manos tomó el arma larga y se dispuso a posar ante la cámara dentro de la exposición La Gran Fuerza de México, presentada por el Ejército y Fuerza Aérea mexicanos,  con la intención de difundir directamente entre la población las labores sociales y de vigilancia que realizan.

La muestra, instalada en el estacionamiento del  Trompo Mágico Museo Interactivo,  permanecerá montada hasta el 21 de noviembre del presente.

En entrevista con este medio, el Mayor Tiburcio Fidel Balderas Acata –del Ejército y Fuerza Aérea mexicanos y parte del cuerpo responsable de la exposición- aseguró que a los asistentes no se les permite tomar las armas exhibidas, pero sí el casco, el chaleco, el equipo en general. Sin embargo, se constató que la joven de marras lo logró sin que fuera apercibida.

 La Gran Fuerza de México se encuentra en la ciudad, como parte de una gira que recorre varios puntos del país. Anteriormente, se ha presentado en la Ciudad de México, Monterrey y Puebla y por petición del Emilio González Márquez, Gobernador de Jalisco, la exposición se montó en el entorno del recinto cultura de corte infantil, explicó Graciela de la Vega, directora General del Trompo Mágico.

Familias enteras, grupos de amigos y personas solitarias llegan a la exposición para recorrer los 14 módulos de distintas temáticas, entre los que destacan vehículos, aeronaves, uniformes y equipo militar, así como muestra del material del PLAN DN-III-E y reforestación; exhibiciones caninas con obstáculos y equinos; videos y fotografías de armamento y actividades militares realizadas; y presentaciones de grupos y bandas de guerra militares.

Los niños son los más entusiasmados y no muestran temor ante la imponente figura de los militares, que amablemente invitan a los asistentes a conocer el interior de tanques, helicópteros y unidades de comunicación móvil.

Graciela de la Vega descarta que la exposición muestre un panorama bélico ante los asistentes, principalmente en los menores de edad, al exponer el armamento utilizado en momentos de combate por parte del Ejército Mexicano, por el contrario, se siente satisfecha y agradecida de contar con material de esta índole.

Por su parte, Arturo Villanueva, maestro de bachillerato que visitó la exposición en compañía de su grupo, considera que “mejor que sea el Ejército quien nos dé la información, que andarla consiguiendo en internet, con amigos o con los distintos grupos (delictivos) que están imperando en el país. En la escuela le hacemos ver al alumno que la violencia genera más violencia, mejor hay que dedicarse al estudio. Los estudiantes vienen con la mente abierta, a entender qué es, cómo funcionan y cómo trabaja el Ejército”.

Los asistentes preguntan y los militares no se cansan de aclarar a cada duda. Se contabiliza un ingreso de mil a mil 600 personas por día, y en fines de semana son seis mil los asistentes que se registran.

Mariano Carlos Oropeza, de nueve años de edad conoce a la perfección las actividades que realizan los militares. “La exposición está muy padre. El Ejército y la Fuerza Área están para defender a México, luchan contra la delincuencia y llevan a la cárcel a los que venden droga. No van a la guerra porque México es un país de paz”.

Arturo Rodríguez Velázquez, Sargento Primero de la Fuerza Aérea señaló: “Tiene sus pros y sus contras (la exposición) por una parte es para que se den cuenta del potencial con el que cuenta México, pero también se puede prestar a malas interpretaciones. Al final de cuentas es para que la gente se sienta protegida”.

LA VOZ DEL EXPERTO
Mejor, “apoyo y solidaridad”

Martín Mora Martínez (doctor en psicología social, por la Universidad de Barcelona, investigador titular en la Universidad de Guadalajara)

Martín Mora Martínez, doctor en psicología social por la Universidad de Barcelona,  investigador en la Universidad de Guadalajara, considera que La Gran Fuerza de México pudo haber hecho un mayor énfasis en resaltar “los valores más interesantes del Ejército, sobre todo aquellos de colaboración, apoyo y solidaridad, y no en la cuestión de las armas. Sin caer en la censura de que los niños no deban conocer ese tipo de elementos, a diario lo ven en todos lados. Sin embargo, que una institución se dedique a montar una exposición sin tener un mínimo de sensibilidad, me parece absurdo. Totalmente equivocada la estrategia, sobre todo porque el objetivo es acercar la figura del Ejército a los niños”.

El especialista destaca que este tipo de muestras pueden colaborar a naturalizar las acciones de violencia en los ciudadanos. Como ejemplo, están las personas que suelen fotografiarse portando armas de fuego, como se diera a conocer a través de las redes sociales el caso de Sarah Fuentes Rascón, líder del movimiento juvenil del PAN en Chihuahua, al aparecer en una fotografía donde se le muestra portando un arma de alto calibre el pasado mes de junio. O el festejo del jugador de Chivas, como disparando contra un compañero.

“La gente aprovecha la situación para seguir naturalizando la idea de que aparecer en fotos con ‘pinta de narco’ es la moda, esa es una de las cosas que están haciendo mucho daño a México, que se naturalice la violencia y el uso de las armas”.

Ante esta situación, Mora subraya la importancia de asesorar detalladamente a los niños –principalmente- sobre la imagen que se exhiben del Ejército en este tipo de muestras.

“Uno supone que los niños son lentos o ingenuos, cuando en realidad se enteran de muchas cosas de las que los adultos no nos enteramos. El asunto no es que si afecta este tipo de exposiciones a los niños, el hecho es que un museo y una institución como el Ejército tengan tan poco tacto para organizarla sobre una parte importante que es el uso de las armas. El Ejército tiene otro tipo de valores más importantes que son los que habrían que resaltar (…) por razones legales, el Ejército y la Policía tienen el uso de lar armas en cualquier parte, parecería que le envían un mensaje de que la gente debe de recordar que el Ejército tiene armas. Es absurdo.”