Dos viejos conocidos se encuentran en el Degollado

GUADALAJARA, JALISCO (12/JUL/2013).- El Teatro Degollado se reencontró con dos músicos conocidos. Fue la noche de la química: la hubo entre los asistentes y la Orquesta Filarmónica de Jalisco, así como existió entre el director huésped, Anatoly Zatin, y la pianista Vlada Vasilieva.

No fue casualidad que uno de los momentos cumbres del recital se diera antes del intermedio, cuando ambos se sentaron frente al piano e interpretaron una pieza con maestría ante la completa atención del público, que despidió ese lapso con un estruendoso aplauso, algunos incluso de pie.

El programa seis de la segunda temporada de la orquesta cumplió de principio a fin. El inicio lo marcó la Sinfonieta del tapatío José Pablo Moncayo, pieza compuesta en el año de 1945 y que cuenta con gran energía rítmica. Desde ese momento, Anatoly Zatin dejó ver lo que sería la noche, junto a los músicos con los que ya ha trabajado en otras ocasiones.

Después vino la que probablemente fue la parte especial de la noche: enfundada en un elegante vestido negro, Vlada Vasilieva tomó el lugar que le corresponde y acompañó a la orquesta con el Concierto No. 3 para Piano y Orquesta del ucraniano Serguéi Serguéievich Prokófiev, virtuoso pianista que aterrizó en los dedos de la músico invitada para este concierto. La fuerza con la que cerró esta intervención fue la antesala para que los invitados de honor se sentaran junto al piano y dieran paso a la segunda parte del recital.

Con Vlada Vasilieva observando desde el público en la segunda parte, Anatoly Zatin tuvo todas las miradas sobre él y supo complacerlas. La Sinfonía No. 5, también de Prokófiev, dio buenas razones a los asistentes para que permanecieran en su lugar hasta el final; si afuera hacía frío, llovía o relampagueaba pasó a ser un asunto menor.

AGENCIA INFORMADOR / ROBERTO MEDINA