Sábado, 09 de Noviembre 2024
Cultura | Desde los nombres hasta su modo de preparación, el festín nacional es único

Diez panes muy mexicanos

Desde los nombres hasta su modo de preparación, el festín nacional es único, característico de cada región

Por: SUN

Dentro de la historia mexicana, la variedad de panes destaca pues representa una industria de desarrollo artesanal y empresarial. EL INFORMADOR / ARCHIVO

Dentro de la historia mexicana, la variedad de panes destaca pues representa una industria de desarrollo artesanal y empresarial. EL INFORMADOR / ARCHIVO

CIUDAD DE MÉXICO (15/JUL/2015).- El pan mexicano es como ningún otro, desde los nombres hasta su modo de preparación, el festín nacional es único, característico de cada una de las regiones en que se elabora. La cultura del estado se refleja en su gastronomía.

Dentro de la historia mexicana, la variedad de panes tiene un lugar destacado, pues representa una industria no sólo de fuentes de trabajo sino también de desarrollo artesanal y empresarial para las pequeñas compañías del país.

El pan nació en México en la época prehispánica, cuando se preparaban tortitas de maíz para usarlas como ofrendas en las ceremonias de sacrificio a los dioses; en ese entonces, el maíz era usado para preparar tortillas, llamadas cocolli, una forma de pan torcido o bien, empanaditas; sin embargo, fue hasta 1525 con Hernán Cortés cuando se tiene el primer registro de una panadería con producción en una plaza pública.

En ese momento se elaboraban panes de sal, como el birote y los pambazos, o de dulce hechos con hojaldre; así comenzaron a salir a vender los repartidores con una cesta en la cabeza.

Siglos más tarde, en el Porfiriato, la panadería francesa era la favorita, (por las influencias de los galos en el gobierno de Díaz) pero los vendedores mexicanos hicieron una nueva estrategia, aparecían en las calles gritando “¡Gorditas de cuajada! ¡No comprarán polvorones!”.

Hasta hoy, México es un país en el cual la variedad y las riquezas de su pan lo distingue a nivel mundial y para celebrar a los panaderos, en “De10.mx”  tenemos un recuento de algunos panes mexicanos con mucha tradición.

Con información de “ historiacocina.com”, “ comoeneltianguis.com.mx” y “ mexicodesconocido.com.mx”.

1. Pan de Muerto. La celebración a los Fieles Difuntos es típica de México, tradición que nació en la época prehispánica cuando se hacían sacrificios humanos. En ese tiempo se representaba a un corazón sacrificado en forma de azúcar bañado con amaranto, lo que dio origen al pan de muerto más tarde.

2. Cemitas.
Es el más famoso de Puebla, un pan salado, crujiente de pasta firme, híbrido entre el pan rústico europeo y los bolillos mexicanos. La forma de preparación requiere de queso, aguacate, frijoles, jitomate, chipotles y algo de vinagre, además el principal ingrediente es el pápalo, hierba fresca típica.

3. Pan de pulque.
Tiene su tradición en la región norte del país y es herencia tlaxcalteca. Nacido de la bebida que acostumbraban beber en San Esteban. Se le denominó pan de pulque porque era éste la levadura empleada para dar volumen y cuerpo al pan, además se le pone azúcar, trigo y leche.

4. Cocol.
El cocol fue considerado en la cocina tradicional de México durante la colonia; es un pan de harina elaborado con trigo amasado con miel y en forma de rombo. Es muy característico por su sabor a anís y canela. Es uno de los panes más viejos de nuestro país.

5. Campechanas.
Se dice que es uno de los panes más difíciles de elaborar. Nacieron en el estado de Campeche y su característica es que están rodeadas de hojaldre en varias capas, pero debido a que está “inflado” en el interior está prácticamente vacío. El reto es morderla sin que se resquebraje por completo.

6. Ojo de pancha.
También es conocido como el ojo de buey, es un pan de masa reventada, decorado con una capa de azúcar granulada en el centro. Alrededor, la masa es hojaldrada, pero en el centro es firme. Se le llama así por la similitud que tiene con el ojo de un animal.

7. Guacal.
Es pariente lejano del volcán francés, se prepara con pasta hojaldrada y luego se rellena con crema batida, chantilly o pastelera. Su nombre se debe al parecido que tiene con los guacales de madera usados para transportar frutas o verduras.

8. Chilindrina. Es similar a la típica concha, un pan dulce de harina de trigo que se salpica con azúcar mojada tras la cocción de la masa para tener su decorado característico.

9. Beso. Se le llama así debido a que parece que las dos partes que componen el pan están besándose. Es una masa que se hornea y se revuelca en crema y azúcar, luego se pegan por el medio con mermelada de fruta, fresa o chabacano.

10. Pambazos. En sus inicios, el pan “más corriente” era el pambazo. Se hacía con harina morena; su nombre viene de las palabras pan y basso o bajo, esto es pan bajo, para los pobres. La harina más fina era la más blanca, llamada “flor de harina”, para virreyes, obispos y otras personas con altos ingresos.

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