Del erotismo a la ''santidad''

GUADALAJARA, JALISCO (07/DIC/2013).- Cambiar es cosa de todos los días; mudamos de ropa, de casa, de ideas, de dientes, de tono de cabello, de estado civil y por qué no, de profesión.

Uno de los casos más recientes es el de la ex estrella del cine para adulos, Sasha Grey quien abandonó el séptimo arte para dar conferencias y escribir libros.

Sasha Grey en realidad se llama Marina Ann Hantzis, pero decidió ponerse el nombre artístico de Sasha Grey como un homenaje a la novela El retrato de Dorian Grey.

Tras una serie de éxitos fílmicos, el 8 de abril de 2011 anunció que se retiraba del mundo de la farándula para iniciar un viaje por las letras con la publicación de La Sociedad Juliette.

Esta novela de corte erótico ha tenido buena aceptación entre el público, logrando grandes sumas en ventas; sin embargo, ha sido comparada con el libro “Cincuenta sombras de  Grey”.

La historia de Sasha no es la única, en el mundo del entretenimiento para adultos han habido más actrices y actores que decidieron cambiar de profesión y tener una vida más “normal”.

AHORA REZA

Melissa Scott

Antes de hacerse cargo de un grupo evangélico que le heredó su marido, Melissa Scott fue una estrella en la década de los 80. Esta mujer aceptó haber trabajado en esta industria por dinero, el cual le alcanzó para vivir en mansiones, avión privado y coches. Aunque trató de ocultar su vida pasada, internet develó su secreto. Algunos miembros de su iglesia pidieron su dimisión, aunque fue apoyada por la mayoría de estos, quienes vieron su caso como un ejemplo real del poder de la fe y de la redención.

SÓLO FUE ACTRIZ 6 MESES

April Garris

En 2001, esta mujer trabajó durante seis meses como actriz para adultos. Al dejarlo, se vio envuelta en adicciones y enfermedades mentales; además se sumió en una profunda depresión.

Actualmente, Garris reconoce que pudo librarse de estos males, gracias a que entró en contacto con Dios.

Ahora es miembro activo de la Fundación Rosa de la Cruz, la cual apoya a otras personas que como ella, quieren abandonar la industria para adultos.

REVOLUCIONÓ EL GÉNERO

Linda Boreman

Mejor conocida como “Linda Lovelace”, se hizo famosa a principios de los años 70, al protagonizar la película para adultos “Garganta Profunda”.  Se convirtió en una feminista activa y también publicó un libro autobiográfico, en el cual advierte a cientos de jóvenes lo peligroso que resulta esta profesión. Falleció en 2002 a causa de un choque de auto.

UNA MUJER POCO CONVENCIONAL

Janine Lindemulder

Su primer contacto con la industria para adultos fue a través de la revista Penthouse. En 1999 decidió retirarse para convertirse en maestra de preescolar, pero regresó al cine erótico en 2004. En 2008 fue detenida por evasión fiscal y tuvo que ir a prisión seis meses. Lindermudler asegura que el tiempo que estuvo recluida le sirvió para saber que prefiere llevar una vida célibe.

INTENTÓ SER POLÍTICO

Stephanie Gregory

Realizó bajo el nombre de “Stormy Daniels”, un poco más de 120 películas. Gregory consideró que su tipo de trabajo no tenía por qué ser impedimento para poder tener un puesto en la política, y fue así como intentó obtener un escaño en el Senado.

Finalmente terminó por abortar la idea, pues los políticos ultra conservadores de Estados Unidos le hicieron la vida imposible. Además, atentaron contra la vida de su publirrelacionista, y se dio cuenta que autofinanciar una campaña salía bastante caro.

AL SERVICIO DE LA LEY

Michael Verdugo

Este hombre de 36 años de edad se desempeñaba como policía en Hollywood, pero fue apartado de sus funciones en 2008, cuando a sus jefes de la comisaría les llegó el rumor de que actuó en una película para adultos.  Antes del escándalo, Verdugo participó en un reality show denominado “Design Star”, donde adquirió fama por su habilidad en la decoración de casas.

Respecto a la película erótica, declaró: “Yo no me arrepiento de eso... lo hice sólo una vez y fue en una época de mi vida en que yo quería explorar cosas”. Actualmente, se reincorporó a la policía.

MÁS VALE SER PRECAVIDA

Sierra Sinn

Actualmente esta chica tiene 30 años de edad y durante un tiempo se dedicó a la realización de filmes eróticos, hasta que en 2007, decidió no seguir más en el negocio, pues aseguró que trabajar para este tipo de cine estaba siendo perjudicial para su salud física y mental.

Ahora se dedica a impartir charlas por todo Estados Unidos, para hablar de las cosas negativas que genera la profesión, específicamente el peligro de contraer una enfermedad de índole sexual.

LA MÁS FAMOSA

Jenna Jameson

Es la artista más famosa en todo el mundo del entretenimiento para adultos.

Comenzó en esta carrera en 1993, simplemente porque tenía ganas de vengarse de un ex novio que le ocasionó severos problemas de salud.

Llegó a fundar su propia productora de videos eróticos, llamada Club Jenna. Renunció a todo esto en 2007 para dedicarse de lleno a su esposo e hijos. Vendió su negocio a la revista del conejito, Playboy. Tras una serie de fracasos económicos, Jenna, de 39 años, anunció su regreso al cine.

TODO POR AMOR

Asia Carrera

Tras abandonar su hogar a los 17 años de edad, esta actriz estadounidense de padre japonés y madre alemana comenzó en el negocio del baile en bares, pero las penurias económicas que pasaba hicieron que se trasladase a Los Ángeles para trabajar en la industria para adultos. En su carrera en la meca del cine realizó más de 250 películas. En 2003 se retiró del cine de adultos, para casarse con el nutricionista deportivo Don Lemmon. En 2006 murió su marido en un accidente de tráfico;  no ha vuelto a rodar ni un plano.

ESTUDIÓ LEYES

Sarah Young

Es una actriz inglesa, nacida en el año 1971, que alcanzó la fama en los años 90. Tenía tan sólo 18 años cuando hizo su primera película.

A lo largo de su carrera hizo un poco más de 200 filmes y fue la primera en cobrar un millón de dólares por papel.

Era tal su gusto por la industria para adultos, que decidió abrir un sex shop en Alemania, hasta que en 1997 se mudó a los Estados Unidos en donde estudió derecho. Actualmente trabaja como abogada.