Sábado, 25 de Mayo 2024
Cultura | POR MARÍA PALOMAR

De lecturas varias

La cosecha de 2010 se anuncia con 701 nuevas novelas (es decir, sin contar géneros como la biografía, el ensayo o la poesía)

Por: EL INFORMADOR

María Palomar.  /

María Palomar. /

En Francia, a finales de agosto suena el pistoletazo de salida de la nueva producción literaria. Todas las casas editoriales se ponen a distribuir sus libros del año y las dos biblias de los lectores, Le Magazine littéraire y Lire, seguidas por revistas y periódicos de toda laya, escudriñan el panorama, sacan números y hacen recomendaciones y pronósticos. La cosecha de 2010 se anuncia con 701 nuevas novelas (es decir, sin contar géneros como la biografía, el ensayo o la poesía); 497 de ellas son francesas y el resto traducidas de otras lenguas (por cierto, bastante pocas del español esta vez, y ninguna de autor mexicano). Los críticos literarios son los únicos franceses que no se van de vacaciones en verano, porque tienen que zamparse el montón de libros que les llega de las editoriales para que salgan sus críticas a más tardar en septiembre.

El volumen de la producción y, sobre todo, los tirajes son para infartar a cualquier editor mexicano. Lire (http://www.lexpress.fr/culture/livre/les-millionnaires-de-l-edition_911663.html) califica como "modestos" los tirajes que van de los 18 mil ejemplares ( sí: 18 mil) a los 48 mil. No hablemos ya de los intermedios (entre 195 mil y 782 mil), y mucho menos de los fenómenos de la edición, este año encabezados por Larsson: dos millones 782 mil ejemplares para el tercer volumen de su bodoque-blockbuster...

Otro de los rituales del otoño son los premios literarios, que hay muchísimos, organizados por instituciones públicas y privadas, parisinas y provincianas. Pero los siete más tradicionales e importantes se fallan en la capital, entre octubre y noviembre: el primero es el Gran Premio de Novela de la Academia Francesa, luego siguen el Fémina, el Médicis, el Goncourt, el Renaudot, el Décembre y el Interallié. Todos tienen jurados de mucho prestigio, algunos de los cuales son auténticas "vacas sagradas" de la literatura (Benoîte Groult y Diane de Margerie en el Fémina, por ejemplo, o Dominique Fernandez y Christine de Rivoyre en el Médicis, o Bernard Pivot y Edmonde Charles-Roux en el Goncourt. El de la Academia lo forman doce "inmortales", y cada año son distintos.) Por supuesto que cuentan las modas, que alguna vez se cuelan también los best-sellers (buenos o malos), que la política siempre logra filtrarse de algún avieso modo en los criterios de los jurados, que éstos muchas veces se equivocan... pero, a fin de cuentas, la salud de la república literaria de Francia nos deja verdes de envidia.  

Lo más curioso de todo es que los ganadores se llevan poquitito dinero, porque ahí nadie tiene necesidad de probar que no son tercermundistas. El Décembre es el mejor dotado: el elegido recibe poco más de 30 mil euros. El de la Academia da siete mil 500, el Goncourt 10 (diez) y los demás... nada. Lo que todos garantizan es el prestigio literario y el éxito de librería, que con tales tirajes es más que suficiente para que el autor tenga ingresos respetables.  

En Amazon venden, para beneficio de los aspirantes, una guía de los premios y concursos literarios del mundo francófono de más de 600 páginas. Y luego hay quien dice que no es cierto que hay unos países más civilizados que otros.

Temas

Lee También

Recibe las últimas noticias en tu e-mail

Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día

Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones