Cuando la cultura salió de Guadalajara

GUADALAJARA, JALISCO (14/MAY/2011).- José Alfredo Lima tiene la mirada cansada pero el ánimo rejuvenecido. Acaba de salir de trabajar de una fábrica de lácteos que se encuentra en Lagos de Moreno, la ciudad donde reside, y ahora está listo para poder ver por primera vez en su vida una ópera; la que dirige Ernesto Álvarez y que le hace un homenaje al gran compositor de teatro Menotti; dicha obra lleva el nombre de The Telephone (El teléfono).

Antes de llegar al teatro tuvo que hablar con su mujer para decirle que estuviera lista, que esta vez no desaprovecharía esta oportunidad, “la gente acá se entera por la radio o el periódico, pero falta difusión. Los que venimos es porque estuvimos atentos; porque la mera verdad nos tienen un poco olvidados”, dice Alfredo mientras abraza a su nena de tres años y su esposa Marcela carga al pequeño Maximiliano que tiene apenas un mes de vida. De palabras toscas resume: “Claro que estoy convencido de que traer a los niños al teatro les puede servir más que cualquier otra cosa, además nos sirve para estar en familia”.

Entre el poco más de un centenar de personas que se dieron cita en el teatro Rosa Moreno, ubicado en el corazón del municipio, ahí, al igual que Alfredo, Hortensia Hosponda está contenta por ver este tipo de eventos en su ciudad: “Estamos celebrando que la cultura salga de la zona metropolitana, en los municipios también suceden cosas y aunque la gente poco a poco participa más, tenemos que hacer que responda con eventos de calidad”.

La gala, que se ofreció como un homenaje a la vida del compositor Gian Carlo Menotti por los 100 años de su nacimiento, fue valorada por algunos y rechazada por otros que decidieron salir. Pocos entendían que mientras las arias se iban sucediendo había una voz en el micrófono que iba explicando cada momento de la obra. Aunque los cantos eran recitados en inglés e italiano, los subtítulos en español se podían ver proyectados en una pantalla. Quizá los organizadores no querían que nadie se perdiera los momentos clave, y entonces llegó el momento en el que la soprano Florencia Tinoco y el pianista Andrés Sarre les arrebataron los aplausos a los ciudadanos de una localidad que poco a poco reclama eventos culturales de calidad.