Jueves, 02 de Mayo 2024

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Cultura | David ''Negro'' Guerrero

Contemplaciones contra el tedio

¿Se da cuenta, ahora, de por qué los libros son odiados y temidos?

Por: EL INFORMADOR

Muestran los poros del rostro de la vida"

I

El epígrafe con el que arrancan estas Contemplaciones proviene de la maravillosa novela Fahrenheit 451, del escritor norteamericano Ray Bradbury. La semana pasada ya no alcanzó el espacio para cerrar una reflexión surgida a partir de la magna convocatoria realizada en la capital del país, y en donde casi 12 ó 13 mil personas se reunieron en la explanada del Monumento a la Revolución (que no "Museo", como erróneamente escribí), para mover el esqueleto al ritmo de Thriller, la multiconocida canción del finado Michael Jackson; además, señalaba el impacto de una actividad -o hecho- cultural como ése y su relación, por imposible que parezca, con el programa general de actividades que se han organizado bajo el proyecto "The Big Read", que por primera ocasión se lleva a cabo en América Latina. ¿Qué tiene que ver una cosa con la otra? Insisto que tal vez, bajo una primera mirada, nada; pero viéndolo con calma, y pese a que se trata, en efecto, de dos cosas totalmente distintas, lo que liga a ambos eventos es la participación esencial, protagónica, principal, de la gente que asume, con su sola presencia, un rol definitivo que es capaz de mandar al fracaso o al éxito tanto a estos proyectos como a cualquier otro que se guste y mande.

II

En el caso de la coreografía masiva de Thriller ya dejé anotadas mis impresiones y sólo recalcaré la impactante impresión, mezclada con una suave alegría y optimismo, de lo que pueden hacer 12 ó 13 mil almas reunidas únicamente para ¡bailar! En el caso de "The Big Read" se trata del lanzamiento en esta Tapatilandia de todas nuestras sorpresas de un ambicioso programa de promoción a la lectura pero que se distingue por varios puntos que lo convierte en una actividad a la que se le debe dar, desde ya, todo el apoyo y seguimiento para demostrar que la lectura no sólo es, en esencia, un placer exquisitamente individual, sino también una oportunidad de disfrute lúdico colectivo.

III

De entrada, el que el proyecto sea abanderado tanto por el Consulado de los Estados Unidos como por la Universidad de Guadalajara -a través de distintas instancias universitarias, como la Fundación de la Universidad, la Feria Internacional del Libro, el Sistema de Educación Media Superior (SEMS) o la Coordinación de Artes Escénicas y Literatura- le otorga a "The Big Read" la seriedad y la garantía para que su puesta en marcha avance en terrenos del compromiso y la experiencia profesionales. Claro, debe aplaudirse el hecho de que se hayan sumado la Secretaría de Cultura, a través de la Red Estatal de Bibliotecas, y los ayuntamientos de Guadalajara y de Zapopan, que aprovecharán su infraestructura cultural para ampliar los beneficios que se buscan en "The Big Read".

IV

Grosso modo este proyecto llega a Tapatilandia después de años de haberse realizado con éxito en varias partes de los Estados Unidos, y un par de experiencias más vividas allende el océano Atlántico. Pero que por primera ocasión se lleve a cabo en América Latina, sobre todo, en un país cuyos índices de lectura, se sabe, son para llorar pero que, al mismo tiempo, padece año tras año programas y esfuerzos oficiales por estimular la lectura que simple y sencillamente están peor, es de resaltarse. Todavía más: que haya sido Tapatilandia (o la Zona Metropolitana de Guadalajara) la elegida para ponerse en marcha, es para dar dos brincos de asombro. Y es que en lo personal no deja de parecerme una broma macabra el que en estos lares se lleve a cabo la feria del libro más importante en lengua española y la ciudad arroje índices de lectura que están peor que la media nacional. En serio. Un punto más a destacar: la inteligencia para entender que la promoción de la lectura no debe entenderse como la suplantación de esa decisión personal e íntima que cualquiera establece ante el deseo de abrir un libro y sumergirse en sus páginas; no. Los organizadores de "The Big Read" han tenido la visión de abrir todo un abanico de posibilidades de "reinterpretación" de la lectura que lo mismo ofrece desde proyecciones de películas (por ejemplo, en todas las bibliotecas de Zapopan se está proyectando durante todo este mes la cinta dirigida por François Truffaut, realizada en 1966, a partir de la novela de Bradbury y que lleva, por cierto, el mismo título que la novela; pero acompañado por lecturas y comentarios realizados al público asistente por parte de los entusiastas chavos preparatorianos del SEMS), pasando por lecturas al aire libre en la Vía RecreActiva, performances, hasta representaciones escénicas, como la que se llevará a cabo los días 10, 17 y 24 de este mes en la sala Stella Inda del Teatro Experimental de Jalisco.

V

¿A qué lleva todo lo anterior? A que más allá del merecido homenaje a un escritor y una novela fundamentales no sólo en la literatura del siglo XX, sino vigentísimos hoy día, "La Gran Lectura" de Fahrenheit 451, en todas las sedes y foros que se han elegido para llevarse a cabo, representa una estupenda oportunidad para lograr la convocatoria múltiple hacia un hecho gozoso pero que rara vez se atiende desde la perspectiva que maneja "The Big Read": la lectura colectiva. El impacto es personal, individual, sí: y ahí está la principal ganancia; pero que se multiplique y cautive la atención, interés y participación de la gente le otorga un valor inestimable. De veras, vale la pena sumergirse en "The Big Read".

Comentarios, quejas y envío de trajes de bombero a: davidguerrero.lemus@gmail.com.

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