Arquitectura de Barragán, una joya en descuido

GUADALAJARA, JALISCO (25/JUL/2010).- El estado que guarda la obra de Luis Barragán en Guadalajara es “irregular”, ya que de 33 fincas que construyó, solamente quedan 25 en pie, y algunas han sido modificadas o abandonadas.

El balance lo dan Juan Palomar Verea, presidente de la Fundación de Arquitectura Tapatía Luis Barragán, y Carlos Petersen Farah, coordinador de la Cátedra UNESCO-ITESO, quienes conocieron al arquitecto tapatío y de quien han estudiado su obra.

Palomar Verea ha sido testigo de las modificaciones y alteraciones que se han realizado a las construcciones de Barragán, las cuales, en su opinión, tienen que corregirse y revertirse. Para ello, confía en que la difusión del patrimonio arquitectónico del Premio Pritzker 1980, sirva para que se valore.

Por otro lado, Petersen Farah afirma que en general la obra de Barragán está destruida, pero hay dos fincas que están muy bien conservadas. “Creo que la mejor casa del siglo XX es la de Efraín González Luna, que ahora es Casa-ITESO Clavigero, la cual da muestra de la potencia de su obra”.

Palomar Verea resalta que la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Artísticos, Históricos y Arqueológicos se encuentra desfasada de la realidad, pero en la práctica existen otros mecanismos para proteger la arquitectura de valor artístico relevante como son los planes parciales de desarrollo urbano, los ayuntamientos, las secretarías de Cultura estatales e incluso el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), a través de la Dirección de Arquitectura.

Patrimonio abandonado
 
En un recorrido realizado por las fincas de Luis Barragán, se constataron las modificaciones al diseño original del arquitecto tapatío.

Uno de los ejemplos más reveladores es la casa que se construyó en 1928 para Enrique Aguilar, sobre la calle López Cotilla, donde hoy se alberga el edificio de las oficinas de la Secretaría de Promoción Económica (Seproe) del Estado de Jalisco.

La casa ubicada en Avenida la Paz y Simón Bolívar, construida en 1929, luce deteriorada y sirve actualmente de acceso para los albañiles que trabajan en la obra de a un lado. Caso contrario es el inmueble lateral, por la calle Simón Bolívar, que luce limpio y la pintura está en buen estado.

Por la calle Rayón se construyó otra finca en 1934, la cual actualmente tiene las ventanas rotas y las puertas están cerradas con candado. A un lado hay otra, con el mismo diseño, pero que está habitada por una familia, que ha invertido en la restauración de su propiedad, a través del programa de Transferencia de Derechos de Desarrollo, fideicomiso administrado por el Patronato del Centro Histórico de Guadalajara.

Otra construcción que ha sufrido modificaciones es la que Barragán hizo entre 1927 y 1928 para el señor Robles Castillo, en Avenida Vallarta y la calle Argentina, donde actualmente funciona el restaurant-bar La Barragana. La finca actualmente pertenece a uno de los nietos del dueño original, Fernando Gutiérrez Fong, quien justifica que la casa ya había sufrido modificaciones en el piso, los muros, las puertas y ventanas.

“A partir de otros diseños de Luis Barragán en Guadalajara hemos intentado respetar al máximo los detalles y características de su obra. Lo que hemos intervenido es más bien la pintura y cambiado un piso de la planta baja, que obviamente no era el original y que rompía con el diseño de los colores rojo y blanco de la casa”, explica Gutiérrez Fong.

En su diseño, la finca tiene en cada muro un arco --típico en las casas ideadas por el arquitecto tapatío--, ya sea rojo o blanco. Sin embargo, hay paredes que tenían un arco y que fue suprimido por un muro, obstruyendo así la visibilidad a otros espacios de la finca. En una de las habitaciones de la planta alta se encuentra un tapanco, el cual luce alfombrado, lo cual altera el diseño original.

Dos legados
La Casa ITESO-Clavigero está ubicada en la colonia Americana, sobre José Guadalupe Zuno, entre Avenida Chapultepec y calle Marsella. Luis Barragán la construyó entre 1929 y 1930 por encargo de su amigo Efraín González Luna, político e ideólogo originario de Autlán.

La finca, adquirida en 2001 por el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO), destaca por su composición, entonces única y atípica en el contexto urbano de las colonias de Guadalajara. La luz, el manejo de la intimidad, los espacios cerrados y los colores hacen de la construcción un hito de la arquitectura contemporánea del siglo XX.

Cinco años después, la casa fue declarada Monumento Artístico por parte del Instituto Nacional de Bellas Artes por la conjugación de la forma, el espacio y la funcionalidad.

Otro ejemplo de gran valor estético es la finca que Barragán construyó para Gustavo Cristo en 1929, cuya familia la vendió al Colegio de Arquitectos del Estado de Jalisco en 1989, institución que desde entonces se encarga de conservar la casa, que recibe cientos de visitas al año por estudiantes de arquitectura de diferentes partes del mundo.

En 2006, la casa de adobe recibió la declaratoria presidencial por parte del INBA, lo que a los propietarios les permite solicitar recursos federales para restaurarla. “Sin embargo, el presupuesto de las dependencias no alcanza para todos los Estados donde hay inmuebles patrimoniales. Y para no esperar recursos públicos, algunas intervenciones corren por cuenta nuestra”, señala Carlos Enrique Martínez, presidente del Colegio de Arquitectos.

Otro beneficio es que la Casa Museo Luis Barragán puede ser promocionada para recibir visitas guiadas, lo que puede significar ingresos económicos para los propietarios, aunque hasta la fecha no se tiene pensado cobrar, dice el arquitecto.

Con la intención de relajar la carga de mobiliario en el interior de la Casa Cristo, las oficinas ocupan el mínimo espacio en cada una de las habitaciones y los muros que son de adobe se encuentran prácticamente despejados y libres de muebles que pueden dañarlos. Así mismo, se mantiene el rojo original en las paredes y algunas herrerías, preservando así lo ideado por Chucho Reyes.

De igual forma hay espacios que han quedado desocupados y que solamente se usan los jueves para conferencias o actividades de la agenda cultural del Colegio de Arquitectos.
Hace algunos años, la instalación eléctrica caducó, por lo que se renovó pero sólo superficialmente, con la intención de no intervenir profundamente los muros.

“Hay que encontrarles el uso correcto a estas fincas, por la ambición es muy fácil caer en la tentación de convertirlas en bares o antros, pero obviamente hay que darles mantenimiento intensivo y considerar que los usos no lastimen la casa. Se requiere mucha imaginación y ser lo más amable posible en cualquier intervención”, afirma Carlos Enrique.

Mirada al interior
Como un reflejo de la personalidad de Luis Barragán Morfín, quien fue una persona muy solitaria e introspectiva, “las casas ven hacia adentro; un caso muy particular es el de Casa ITESO-Clavigero, la cual tiene apenas una ventana, en la terraza, con la cual no ves nada, porque la casa está volteada hacia adentro y las vistas están controladas por el propio arquitecto, quien dice qué es lo que se quiere ver de la casa”, agrega el coordinador de la Cátedra UNESCO-ITESO.

Todavía a principios del siglo XX, en las casas los baños se encuentran afuera de la casa, en los jardines, caballerizas o en el patio, pero luego de los viajes realizados a Europa por el autor de la colonia Jardines del Bosque, éste es influenciado por el movimiento higienista de Inglaterra que se da a finales del siglo XIX, “y que fomenta el bañarse más seguido, instalación de excusados y lavabos, pero todos estos ya dentro de la casa”, expresa Carlos Petersen Farah.

Omar Castañeda

Los reglamentos
De acuerdo a lo que señala el Reglamento Estatal de Zonificación en el Capítulo X que habla “de la conservación del patrimonio cultural urbano y arquitectónico” el artículo 209 establece que “todo edificio catalogado como monumento histórico relevante o inmueble con valor artístico relevante, no podrá ser demolido por ninguna causa. En caso de peligro inminente, el propietario, o la dependencia municipal ante la negativa del propietario, dispondrá de la intervención para que dicho bien se conserve y no afecte los derechos de terceros.

Para el caso de inmuebles con valor ambiental, sean históricos o artísticos, el Ayuntamiento deberá emitir el permiso correspondiente y en su caso, deberá estar avalado por las instancias correspondientes.

Para el caso de inmuebles con valor de edificación actual armónica, corresponde al Ayuntamiento, dictaminar sobre la negación o aprobación de demolición de cualquier edificio dentro de la zona de valor patrimonial.

En otras palabras, señala Carlos Petersen, que los inmuebles que representen algún peligro inminente, es decir, estado de abandono, deberían pasar a ser responsabilidad de la Secretaría de Cultura (SC) de Jalisco, tras una dictaminación emitida de manera colegiada por el Ayuntamiento en cuestión y el Patronato del Centro Histórico.

“Es muy fácil que las dependencias que tendrían que hacerse cargo de las fincas se desentiendan de estas responsabilidades, es decir, añadirles más carga a sus presupuestos, por eso ni Secretaría de Cultura ni los Ayuntamientos se hacen responsables”, apunta Petersen.

El legado
Luis Barragán no sólo se dedicó a construir obra doméstica, sino también cines, como fue el caso del Tonallan (abandonado) y el Colón (demolido). Además, edificó la Iglesia del Calvario en Guadalajara, así como el kiosco de la plaza principal de Chapala, donde también tiene algunas casas en estado de conservación regular, ya que unas fueron demolidas y otras están en abandono. Lo mismo sucede con las que se encuentran en Colima.