Jueves, 25 de Abril 2024

"Si se organizan, se puede lograr un cambio"

Dolores Huerta presenta un documental sobre su vida, especialmente sobre la lucha social en favor de los campesinos latinos en EU; en entrevista, detalla los cambios logrados y las batallas que faltan

Por: Ruth Romero

"Si se organizan, se puede lograr un cambio"

La vida y lucha de la activista, sindicalista estadounidense, cofundadora y primera vicepresidente emérita del Sindicato de Trabajadores Agrícolas de América, Dolores Huerta, se ha traspasado a un filme documental producido por el músico Carlos Santana: “Dolores”. A través de éste, se muestra la organización de los campesinos californianos para contrarrestar los abusos de dueños, pero sobre todo, Huerta manda un mensaje, que también comparte en entrevista:  

“La gente más despreciada, la más marginada le puede ganar a las más poderosas.  Los grupos minoritarios no se deben despreciar a sí mismos. Ya ha pasado, con los presidentes Richard Nixon, con Reagan cuando dio la amnistía migratoria en el 86… Es un mensaje que también debe propagarse aquí en México”.

Realizar el documental fue idea de Carlos Santana, a quien Huerta no pudo negarse, pues anteriormente ya había tenido propuestas similares, sin embargo, no se sentía preparada para hacerlo. El músico invitó a Peter Bratt para que se encargara de la dirección. “El documental es muy histórico en términos de la lucha de los campesinos; además, se incorporaron escenas que se habían grabado anteriormente de diversos sucesos. Es una historia muy bonita y también muy real, pues todo lo que sale sucedió”.

El documental fue expuesto en Guadalajara dentro del marco de la Muestra Internacional de Cine con Perspectiva de Género, con la presencia de Dolores Huerta. Después viajó a Puebla y la gira continuaría. Además, la activista comenta que en Estados Unidos “lo están comprando para enviarlo a las escuelas para que los jóvenes conozcan esta historia, porque es de la lucha de los latinos en este país”.

Una vida de lucha y logros sociales

Dolores Huerta comenzó su trayectoria como voluntaria en un grupo que trabajaba para la comunidad “en el suelo donde me críe: Stockton, California, un pueblo cerca de San Francisco, pero también es un pueblo muy agricultor. Entonces, formamos un grupo que se llamaba Organización de Servicio a la Comunidad, era un grupo comunitario, pero al mismo tiempo trabajábamos directamente con la gente del campo, y había muchos abusos a los campesinos, por lo que nosotros empezamos a organizarlos en contra de los granjeros”.

Ésta fue su primera experiencia con los campesinos, principalmente los latinos, y también es ahí donde conoce a César Chávez, la persona con quien formó la Unión de los Campesinos. “Dejamos el otro grupo porque no nos respaldaba para organizar el sindicato, empezamos nosotros dos junto con Elena Fabiola, su esposa, los tres creamos esta unión”.

Con la Unión de los Campesinos se lograron bastantes beneficios para los trabajadores “como aumentos de sueldo, primeramente; instalación de sanitarios en el campo, que no existían; periodos de descanso; agua fresca para beber, que tampoco les daban, y el derecho por ley de poderse organizar, porque la ley en EEUU no permitía que los campesinos se unieran para cuestiones laborales, los dejaron afuera en los años 30, cuando comenzaron las leyes en este país respecto a los sindicatos laborales. Dejaron a los trabajadores de campo afuera porque eran la mayor parte latinos y negros, pero nosotros logramos que esto ya  no fuera así por medio de huelgas”.

Entre otras grandes acciones, en 1986 se aprobó la amnistía migratoria en EEUU: “El crédito de esta ley se le suele dar a Reagan, el presidente en aquella época, pero en verdad fue el senador Kennedy, él nos ayudó a pasar esta ley, Reagan sólo firmó la ley y lo hizo porque tuvo mucha presión para hacerlo”. Con esto, alrededor de 2.7 millones de inmigrantes obtuvieron la tarjeta de residencia, un millón de ellos eran trabajadores agrarios.

“Nosotros hemos apoyado para la aprobación de muchas leyes en favor de los latinos, desde para que puedan votar en español, para que logren sacar la licencia de conducir, aprobamos una ley para que pudieran acceder a los apoyos públicos, igualmente como los ciudadanos estadounidenses”.  

Lo más importante: crear comunidad

Entre las luchas sociales, Dolores Huerta destaca lo que siempre trata de promover: crear comunidad. “Lo más importante es que nosotros tratamos de convencer a la gente de unirse y motivarlos, que comprendan que ellos tienen el poder para cambiar su situación, que no tienen que esperar a que alguien con poder llegue para ayudarlos, ellos pueden si se organizan, si trabajan juntos, ellos mismos pueden cambiar las problemáticas a las que se enfrentan día a día. Creo que esto es lo más importante que he aprendido durante tantos años de lucha y esto es lo que trato de compartir con la demás gente, porque si todo mundo puede entender esto, no tienen que esperar a otros para cambiar las situaciones que no nos gustan”.

Igualmente, motivan a hombres y mujeres a inmiscuirse en la política. “Se trata de que la gente marginada se organice y tome el poder, por medio de organización, y el resto podemos apoyar a los candidatos, ya sea para el Congreso y para las candidaturas Estatales también. Nos enfocamos mucho en el voto, que se empadronen para que puedan ejercer este derecho. Esto es algo del trabajo cívico que hemos desarrollado”.

Actualmente, ante el panorama en EEUU con el presidente en turno Donald Trump, quien ha destacado por comentarios y acciones racistas, especialmente contra los latinos, la Fundación Dolores Huerta ha encontrado bastantes problemáticas en el ámbito educativo. “Hay discriminación. Hemos tenido que hacer demandas a las escuelas para que tengan una educación igual. Hemos ganado estas demandas porque lo que pasa es que muchas veces los echan de las escuelas y pues de ahí se van a las calles y de ahí a la cárcel… Queremos pasar este sistema”.

También se han enfocado en defender a otros grupos minoritarios, “como a la comunidad LGBT. Nosotros cuando trabajamos tratamos de organizar a la gente en diferentes comunidades, así fue como empezamos, les enseñamos cómo se pueden organizar y cómo se pueden defender, pero al mismo tiempo para que eliminen los prejuicios en contra de las mujeres o del derecho del aborto, en contra de la gente gay, para que comprendan estos derechos”. Así, la lucha continúa. 

Lo más difícil

Durante todos los años dedicados a las luchas sociales, Dolores Huerta asevera que el reto más complicado con el que se topa constantemente es el racismo. “Nosotros siempre tenemos que pelear contra esto, porque la gente que suele estar en el poder es muy conservadora. Trabajamos en las áreas agrícolas de EEUU, porque son muy conservadores los republicanos, son puros blancos, y nosotros tratamos de hacer que latinos y negros se visibilicen más”. 

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