Jueves, 13 de Junio 2024

¿Quién era el único mexicano que murió a bordo del Titanic?

El Titanic se hundió la madrugada del 15 de abril de 1912 y a bordo iba un solo mexicano originario de Sonora

Por: Carmen Rivera Villaseñor

Esta nave se hundió cuando viajaba de Europa hacia Estados Unidos. ESPECIAL

Esta nave se hundió cuando viajaba de Europa hacia Estados Unidos. ESPECIAL

Una de las tragedias más grandes del siglo XX fue el hundimiento del transatlántico británico Titanic, la embarcación más grande de todo el mundo en los primeros años del siglo pasado.

Esta nave se hundió cuando viajaba de Europa hacia Estados Unidos, en el Atlántico norte. Ese era su viaje inaugural y se hundió en apenas tres horas la madrugada del 15 de abril de 1912.

El Titanic guardó muchas historias dignas de contarse a pesar del poco tiempo que estuvo en marcha. Una de estas es sobre un personaje mexicano que viajó en él y que desafortunadamente murió y su cuerpo nunca fue localizado, al igual que el de miles de pasajeros que murieron en el naufragio.

Se trata de Manuel Uruchurtu Ramírez, un diputado mexicano originario de Sonora, y quien era el único mexicano a bordo.

Manuel Uruchurtu Ramírez era un diputado mexicano originario de Sonora. ESPECIAL

Antes de abordar el Titanic, Manuel Uruchurtu envió un telegrama a México, en el que decía “Embárcome”.

La siguiente noticia que su familia recibió fue que el barco en el que viajaba, el más grande y lujoso de esos tiempos, había naufragado.

Hay una leyenda que señala que al momento del naufragio, el mexicano cedió su lugar en un bote salvavidas a una mujer de origen inglés, de nombre Elizabeth Ramell Nye. Los descendientes de Uruchurtu sostienen que la historia es verdadera, sin embargo, no hay ningún documento que sustente la acción.

Por este gesto, el único pasajero mexicano en el Titanic es considerado como un héroe en su natal Sonora, e incluso dio pie a una novela titulada "El caballero del Titanic", escrita por Guadalupe Loaeza.

En una entrevista de la BBC a la autora del libro declaró que cuando se puso a investigar, no encontró pruebas que sustentaran que el hecho había ocurrido, como documentos o algo similar.

El bisnieto de Antonio Uruchurtu declaró al mismo medio que el hecho sí había ocurrido, y que aunque no había una foto o algo parecido que pudiera comprobarlo, sí había testimonios de que había cedido su lugar a la mujer para que se pudiera salvar.

Uruchurtu tenía 42 años cuando murió, y se dedicaba a la política. Fue diputado en cuatro ocasiones y funcionario durante el gobierno del expresidente Porfirio Díaz Mori.

Había viajado a Europa para visitar a sus compañeros y conocer las Cortes Españolas. El viaje fue modesto, con pocos recursos, e incluso, su regreso sería en un barco normal, sin embargo, antes de zarpar, un amigo cercano le cambió su pasaje en barco normal por un boleto de primera clase en el Titanic.

Uruchurtu embarcó en en el puerto de Cherburgo, Francia, y según contó a su esposa Gertrudis Caraza en una carta, ya quería volver a Sonora.

Dos semanas después, Caraza recibió un telegrama de la Compañía Telegráfica Mexicana donde informaba que el cuerpo de su esposo no había sido localizado.

CR

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