La Cámara de Diputados aprobó, con 381 votos, reformas a la Ley General de Salud para establecer que el Ministerio Público atienda de forma expedita las solicitudes del coordinador hospitalario para la donación, a fin de que ese procedimiento se lleve a cabo sin dilación asistiendo en todo momento al disponente secundario.Las modificaciones, remitidas al Senado de la República para sus efectos constitucionales, adicionan un Artículo 322 Bis y un segundo párrafo al Artículo 328, para establecer que, en caso de que en el establecimiento no exista licencia sanitaria, se permita el traslado del donante a uno que sí la tenga, a fin de concretar la donación respetando la voluntad del donador o disponente secundario.Para tal efecto, agrega, el establecimiento deberá de contactarse con el Centro Nacional de Trasplantes, quien coadyuvará con los centros estatales y coordinaciones institucionales, según sea el caso.Al fundamentar el dictamen, el panista Jesús Antonio López Rodríguez explicó que la finalidad es facilitar el proceso de donación, una vez se tenga certeza que el órgano u órganos de una persona son sujetos de donación.Refirió que, de acuerdo con cifras oficiales, para junio de este año se encontraban en espera de riñón 12 mil 977 personas, y sólo se procuraron 470, es decir, la demanda del órgano se cubrió en 3.6 por ciento.Para el caso de córnea, hay en espera siete mil 539 personas y sólo se obtuvieron mil 733 es decir, 23 por ciento. En el caso de hígado existían 326 personas y sólo 92 lo obtuvieron, es decir, 28.2 por ciento.Comentó que, de acuerdo con datos del primer semestre de este año, la entidad federativa que mayor número de donadores registra es la Ciudad de México, con 541; seguida por Jalisco, con 302, y el Estado de México con 243, pero Guerrero, Oaxaca, Tlaxcala, Campeche, Chiapas, Nayarit, Quintana Roo y Colima, sólo registraron entre cero y cinco donadores.El legislador del Partido Acción Nacional (PAN) consideró alarmante que 76.2 por ciento de las donaciones no concretadas en personas fallecidas, fue precisamente por la negativa de los familiares a realizarla.Dichas cifras son muestra de que elementos culturales impiden una mayor práctica de la donación y que se debe trabajar mucho en este aspecto, no solo para que una persona decida en plena libertad registrarse como donador cuando fallezca, sino que sea una decisión respetada y honrada por sus familiares, o disponente secundario.