La calle Juan Manuel es el ejemplo de que se puede complicar más la circulación en el Centro tapatío.Ángela Hernández, empleada de un establecimiento de la zona, afirma que no hay horas para que los comerciantes y proveedores carguen y descarguen sus productos.Sin embargo, reconoce que en más de una ocasión los inspectores del programa “Banquetas Libres”, que se aplicó desde la pasada administración municipal para evitar este tipo de prácticas, les han recomendado no obstruir uno de los carriles.En un recorrido, este medio no observó presencia de personal de Movilidad del Ayuntamiento de Guadalajara.“No hay horario para dejar mercancía. Yo no le puedo decir al cliente que no se estacione para subir sus compras, lo que todos queremos es vender”, agrega la trabajadora.La situación se agrava cuando se combina con el paso de los camiones de aseo público, que circulan en horas distintas para recoger los residuos.Juan, trabajador de este ramo, comenta que es complicado hacer más ágiles sus recorridos y añade que dependen de que los negocios estén abiertos para poder hacer su labor.Otras vías en las que ocurre este fenómeno son Independencia y Contreras Medellín.
