Los dos empleos de Ramón no le alcanzaron para adquirir casa en Guadalajara, pues los 260 mil pesos de su crédito no llegaban ni de cerca a lo ofertado. “Veía que los precios estaban elevados. Mínimo de 800 mil pesos para arriba; un millón 500 en zonas como La Normal, Santa Elena”.Al advertir la tendencia de despoblamiento en 2010, las autoridades de la anterior administración municipal crearon el Instituto Municipal de la Vivienda (Imuvi) para generar 25 mil viviendas de interés social antes de concluir el trienio, pues se estimó que la ciudad perdería 400 mil habitantes hacia 2030, lo que impacta en la obtención de recursos federales. No obstante, a siete años de la conformación del Imuvi, aún se no se ha puesto en marcha un programa para cumplir esta meta.El proyecto del Instituto era identificar terrenos baratos para que el municipio los adquiriera y ponerlos a disposición de desarrolladores interesados. Javier Pelayo Aguilar, actual presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Desarrollo y Promoción de Vivienda (Canadevi), reconoció que costear vivienda popular en Guadalajara no es viable por los altos precios de los terrenos. En el caso del Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit), no se han otorgado créditos recientes por más de 450 mil pesos.Se solicitó entrevista con el actual director del Imuvi, pero no fue otorgada. Obras Públicas, Catastro y la Dirección de Ordenamiento del Territorio tampoco proporcionaron cifras sobre construcción de este tipo de espacios en los últimos siete años.Erick González Santos, director de Ordenamiento del Territorio de Guadalajara, admitió que si bien las autoridades buscan facilitar la construcción de más vivienda al mejorar la legislación e instrumentos de planeación, la decisión del tipo de vivienda no es de ellos. “Las metas de vivienda corresponden al Infonavit y a las cámaras”.Entre los objetivos principales del Imuvi estaba: “Procurar el establecimiento y operación de sistemas de financiamiento subsidiario que permitan a la población obtener créditos baratos y suficientes para la adquisición de un lote de terreno o vivienda de interés social”.El argumento de González Santos es que el precio de la tierra impide la creación de este tipo de vivienda en Guadalajara, en donde el precio promedio es de tres mil pesos por metro cuadrado; mientras que fuera del Periférico ronda los 500 pesos.
