Están por cumplirse tres años de aquella vez en la que un sismo irrumpió el novenario del hermano de Lucero Sánchez García, en la Colonia Santa Lucía, haciendo que una de las estructuras de su casa se vinera abajo.Pese a que el Ayuntamiento de Zapopan ayudó a esta familia a reconstruir la parte colapsada, después hallaron más daños. El temblor ocasionó que el techo de una de las cuatro viviendas que conforman la finca se viniera abajo, cayendo sobre una camioneta que la familia acababa de adquirir. Lucero cuenta sorprendida cómo una de sus hermanas saltó desde el segundo piso que se derrumbó para buscar a sus hijas. El Gobierno de Zapopan supo de lo ocurrido y el alcalde Pablo Lemus dio la orden de ayudarlos a reconstruir lo que se vino abajo. De acuerdo con la mujer, al día siguiente ya estaban los arquitectos y constructores en la finca y en menos de dos meses hicieron arreglos sin cobrarle un solo peso. “Lo primero que nos preguntamos fue qué mal habíamos hecho para que nos pasara todo eso, la muerte de mi hermano, mi mamá enferma, la pérdida de un bebé de mi hermana y luego el sismo. La verdad el Ayuntamiento nos ayudó mucho con eso, pero poco a poco empezamos a notar que dentro de las otras casas había daños también”, dijo Lucero.Contó que en su casa las paredes se cuartearon, en la de su mamá se cayó el adobe del techo y la escalera para subir a la vivienda de su hermana quedó frágil, por lo que la apuntalaron. “Nosotros no teníamos ganas de seguir lidiando con más cosas. No pudimos ni siquiera tener el duelo de la pérdida de mi hermano”, finalizó.
