Miles de opositores armenios han cortado hoy el tráfico en la mayoría de las calles y carreteras de la capital del país en señal de protesta por la negativa del Parlamento a elegir a su líder, Nikol Pashinián, como nuevo primer ministro.Las acciones de desobediencia civil, anunciadas anoche por Pashinián, comenzaron esta mañana a las 08:15 hora local y, además del bloqueo de las calles y del transporte ferroviario, incluyen una huelga de trabajadores y estudiantes."Bloquearemos todas las carreteras de Armenia, las estaciones de metro, los aeropuertos, todo que se puede bloquear. Se declara una huelga general", anunció el líder opositor en un multitudinario mitin en la Plaza de la República de Ereván.Este anuncio se produjo poco después de que el Partido Republicano, que cuenta con la mayoría de los escaños en el Parlamento, rechazara la candidatura de Pashinián al cargo de primer ministro.El opositor, líder de las mayores protestas antigubernamentales en la historia de este país, obtuvo 45 votos a favor, ocho menos de los necesarios para ser investido primer ministro.Esta mañana los partidarios del opositor, quien asegura contar con el respaldo del 90 % de la población, comenzaron a cortar el tráfico tanto en el centro de Ereván, como en sus suburbios.Decenas de personas se colocaron en fila en las calles para impedir el paso de los vehículos, lo que provocó interminables atascos.Mientras, la mayoría de los armenios muestra comprensión hacia las acciones de los manifestantes, que han provocado también el cese de las operaciones del metro de Ereván.Los partidarios de Pashinián, que llamó a evitar incidentes y abstenerse de recurrir a la violencia, también cortaron hoy la carretera que lleva al aeropuerto capitalino de Zvartnots.Ante los vanos intentos de convencer a los manifestantes a abrir el paso, los viajeros se ven obligados a abandonar los taxis para continuar su camino al aeropuerto a pie.Los opositores también han bloqueado con sus vehículos las sedes de varios ministerios en la capital y han organizado sentadas frente a algunos de ellos.La Policía intenta convencer a los manifestantes para que permitan el acceso a los edificios gubernamentales pero no ha recurrido a la fuerza para dispersarlos.
