Florida sumó ayer ocho mil 943 nuevos casos de COVID-19, un récord desde que la pandemia llegó a Estados Unidos (EU) en marzo pasado, y la cifra acumulada de contagios subió a 122 mil 960, según cifras oficiales.Las muertes por el virus alcanzaron tres mil 366, informó el Departamento de Salud estatal.Tras esas cifras, las autoridades anunciaron la prohibición, con efecto inmediato, de servir bebidas alcohólicas en los bares, lo que significa la primera marcha atrás en el proceso de reactivación económica iniciado en mayo. Desde que se abrió la economía, Florida ha sumado más de 33 mil nuevos casos contagios.El gobernador de ese Estado, Ron DeSantis, reiteró que el repunte “viene producido por el contacto comunitario entre los jóvenes y el aumento de las pruebas”, pero que la región se encuentra en una posición “mucho mejor que en marzo para afrontar todo cuanto llegue”.El funcionario dijo que la Entidad está “teniendo más casos entre la población por debajo de 40 años que no van a presentar síntomas, pero debemos mantenernos vigilantes y recomendamos que las personas mayores de 65 limiten ese contacto directo con los más jóvenes”.La prohibición de servir bebidas alcohólicas obedece a casos de contagio múltiple con gran repercusión mediática, como el de grupo de 16 amigas que estuvieron celebrando un cumpleaños en un bar de Jacksonville, al Norte de Florida, el 6 de junio y dieron todas positivo en las pruebas de COVID-19, al igual que siete trabajadores del establecimiento.DeSantis explicó que han tenido que tomar esta decisión porque la gente “no ha estado cumpliendo las normas como el distanciamiento social”, pero no planteó restricciones adicionales en el resto de negocios y aseguró que “si se siguen las medidas de seguridad estaremos en buena forma”.
