Durante los 11 meses de 2019, la ciudadanía de todo el mundo ha salido a mostrar su descontento por las políticas públicas impulsadas por sus gobiernos; desde leyes consideradas lesivas hasta aumentos a los combustibles.Hong Kong, Barcelona, Ecuador, Líbano y Chile son sólo cinco botones de muestra del malestar que recorre todo el planeta. Pero la inconformidad también ha brotado en otras naciones como Colombia o Bolivia.Las revueltas han conseguido, en algunos casos, que se retiren los proyectos de ley y quitar a gobernantes; otras siguen en la lucha por conseguir sus objetivos, que a medida que pasa el tiempo se han vuelto mayores.Luego de que el tribunal que juzgó la causa conocida “procés” fincara cargos a los líderes independentistas de Cataluña y condenara a los responsables con hasta 13 años, los catalanes volvieron a tomar la calles para mostrar su descontento con el Gobierno central de España.Los independentistas tomaron las instalaciones del aeropuerto internacional de Barcelona, “El Prat”, apenas se dio a conocer la sentencia el pasado 14 de octubre y desde entonces han mantenido un pulso con las autoridades, con marchas para exigir su liberación y el derecho a la autodeterminación de Cataluña.La Justicia española procesó a 12 líderes separatistas por la organización del referéndum, considerado ilegal de “autodeterminación” del 1 de octubre de 2017, y la posterior declaración parlamentaria unilateral de independencia, el 27 de ese mes.Los jueces también acusaron a los condenados por alentar desde su responsabilidad pública, política y asociativa a lo imposible (la secesión) y hacer creer a sus seguidores que, con su voto, estarían contribuyendo al acto fundacional de la “república de Cataluña”.Cuatro de los 12 fueron sentenciados también por malversación de fondos públicos y todos, que ya cumplían prisión preventiva, fueron inhabilitados para ejercer cualquier cargo público, así que no podrán presentarse a elecciones durante el mismo tiempo de la condena.La propuesta de ley de extradición impulsada por Carrie Lam, jefa del Ejecutivo hongkonés , que permitía a que Pekín arrestara a “fugitivos” en el territorio hongkonés para juzgarlos en China y que ya fue retirado, desató las protestas que se mantienen hasta ahora. Las exigencias de los ciudadanos se ampliaron para incluir demandas pro democracia, como la elección directa del jefe territorial.Esta semana, la Policía disparó gases lacrimógenos contra los manifestantes que llenaron las calles de ladrillos, en una escalada que no vislumbra un fin. Los protestantes y los agentes antimotines chocaron en las inmediaciones de diversos campus universitarios, donde las clases fueron suspendidas de inmediato por los enfrentamientos.Varios miles de inconformes salen cada fin de semana a exigir mayor libertad y menos dependencia de China, y se han enfrentado con las fuerzas del orden. Hong Kong es una región semiautónoma dirigida bajo el principio “un país, dos sistemas”, hasta 2047, en virtud de lo cual goza de libertades que no existen en el resto de China.Pero los manifestantes pro democracia acusan a Pekín de incumplir sus promesas aumentando su control político en la ex colonia británica.Las protestas ya han dejado a tres mil 050 detenidos y hay, al menos, 15 lesionados de gravedad.Decenas de colectivos indígenas de Ecuador salieron de sus comunidades para manifestarse en contra de la eliminación de los subsidios a los combustibles en ese país.Los indígenas bloquearon varias carreteras en el Centro de Ecuador mientras que el Gobierno respondió con un estado de excepción ejecutado por militares. Las tensiones crecieron al grado de que el gremio de transportistas decidió irse a paro, lo que provocó una escalada de precios en los insumos básicos.Tras casi una semana de protestas y caos en todo Ecuador, el presidente Lenín Moreno derogó el lunes 14 de octubre el decreto 883, que fue el que motivo el aumento a los precios del diésel y la gasolina.“Procédase, de manera inmediata, a la elaboración de un nuevo decreto ejecutivo que permita una política de subsidios de combustibles, con un enfoque integral, con criterios de racionalización, focalización y sectorialización, que precautele que éstos no se destinen al beneficio de personas de mayores recursos económicos, ni a contrabandistas de combustibles”, señaló Moreno luego de una sesión con líderes indígenas.El saldo de las manifestaciones quedó en siete muertos, mil 340 heridos y más de mil 500 detenidos en todo ese país.Lo que comenzó como una marcha para protestar por el aumento al boleto del Metro en Chile, derivó en exigencias como la protección de derechos básicos a la salud y la educación y la creación de una nueva constitución. Además de pedir el fin de la desigualdad y del modelo neoliberal implantado en la dictadura de Augusto Pinochet.El presidente de Chile, Sebastián Piñera, en un intento por aplacar la mayor crisis social de la historia reciente del país, ofreció iniciar un proceso constituyente, que ha sido criticado por la oposición y los manifestantes, quienes piden un mecanismo más participativo para escribir una Carta Magna y que no sean únicamente los parlamentarios quienes redacten el nuevo texto.Las protestas lograron derribar el aumento al costo del Metro y consolidaron mayores prestaciones sociales y reformas al sistema de pensiones, la salud y los medicamentos.Sin embargo, también han ocasionado dos mil 009 heridos, de los cuales mil 071 son por disparos de agentes del Estado; mientras que el Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH), reporta que casi dos centenares padecen lesiones oculares por disparos directos al rostro.Además, el organismo contabiliza al menos 20 muertos y más de tres mil detenidos.Después de que el Gobierno de Líbano anunciara su intención de tasar las llamadas telefónicas a través de servicios de mensajería gratuita por internet, como las aplicaciones WhatsApp, Facebook Messenger y FaceTime de Apple, miles de personas tomaron las calles para exigir la salida del Gobierno y pedir respuestas contra la corrupción y la situación económica de un país que, tras 29 años, aún no puede garantizar el suministro de electricidad y que tiene una deuda de 86 mil millones de dólares, 150% del Producto Interno Bruto (PIB).Bastaron 13 días para que Saad Harir, ahora ex primer ministro libanés, dimitiera para buscar una salida a las protestas que asolaron las calles. Sin embargo, esa concesión del Gobierno no contuvo las exigencias.Además, a la revuelta se han sumado los empleados bancarios libaneses quienes convocaron a una huelga para pedir mayor flujo de capital para los clientes. La economía de Líbano está muy ligada al dólar, por lo que el cierre forzado de los bancos ha provocado una escalada de precios en todos los sectores.También los estudiantes han marchado y clausurado sus universidades para mostrar su inconformidad contra toda la clase política, a la que han señalado de “corrupta e ineficaz”.
