Quedan muchas dudas de la supuesta red de venta de plazas que reveló el viernes la Secretaría de Educación Jalisco (SEJ).Para empezar, de los 838 casos, la mayoría, un total de 600, corresponden a la venta fraudulenta de plazas en las que a los incautos les prometieron un lugar a cambio de un pago por debajo del agua, pero jamás ingresaron a la nómina.En ese sentido, la supuesta red es más bien un sistema de fraudes que la anterior gestión detectó y denunció a la Fiscalía del Estado.El resto, según la SEJ, corresponde a ingresos irregulares en la nómina, lo que también deja abiertas muchas dudas. ¿Cobraron esos trabajadores ingresados de manera irregular? ¿Cuánto tiempo? ¿Qué funcionarios firmaron y los dieron de alta?A ver si en esta gestión el fiscal Gerardo Octavio Solís Gómez ahora sí procesa a los responsables adentro y fuera de la dependencia.No vaya a resultar como en el caso del falseo de carpetas de investigación sobre delitos. Hasta donde sabemos, no ha habido un solo detenido y los funcionarios del área de estadísticas siguen trabajando todos normalmente.No nos quieran vender espejitos. Pero ojalá le callen la boca a los parroquianos sospechosistas de esta H. Cantina.***El fin de semana hubo cónclave naranja en Tlajomulco para elegir al nuevo dirigente de Movimiento Ciudadano Jalisco.Estaban los alcaldes de la zona metropolitana, los funcionarios del primer círculo del gabinete estatal, diputados, senadores y, por supuesto, el gobernador Enrique Alfaro.Este último no desaprovechó para machacar el mismo discurso lleno de dramatismo y dignidad impostada de que no se va a arrodillar frente al Presidente de la República, ese mismo que ya suma 86% de aceptación y no deja de crecer en popularidad.“No voy a gobernar para hacer negocios. No voy a gobernar para darle gusto a los medios. No voy a gobernar para cubrir intereses de los grupos de poder que tienen secuestrado a Jalisco”, declaró también el gobernador.Nos damos con que le dé gusto a las feministas y a los ciudadanos en general.
