Dos semanas después de que expertos en materia de educación en el país expresaran su preocupación por el riesgo de que el Gobierno de la 4T dejara de aplicar los exámenes del Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos (PISA, por sus siglas en inglés), ayer finalmente el Presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró que la prueba se queda y se aplicará el próximo año. La comunidad académica mostró incertidumbre porque al igual que en los tiempos de pandemia, las autoridades educativas no habían cumplido con la aplicación de las pruebas piloto para los estudiantes de secundaria. Además, tampoco habían entregado la documentación necesaria, pagado la cuota correspondiente ni asistido a las reuniones para conocer la prueba.Como se sabe, la prueba PISA se aplica en los 87 países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), con la finalidad de comparar y revisar cada tres años los avances y la calidad educativa en América Latina, Asia y Europa en estudiantes de 15 años en lectura, matemáticas y ciencias. En México se aplica desde el año 2000 con la llegada de la primera alternancia política en el país. En los resultados más recientes que se revelaron en el 2022, México apareció en el lugar 51 de los 81 países que fueron evaluados, lo que representó un retroceso de 20 años en términos de calidad educativa. Desde luego que estos malos resultados abrieron todo un debate sobre hasta qué grado había influido en esta degradación, como en casi todos los países, la pandemia del COVID-19 que estalló dos años antes y las desigualdades en el acceso a la tecnología y al internet o si era el resultado del mal manejo en la educación a distancia y las políticas públicas en educación tomadas por el Gobierno de la autollamada cuarta transformación. Otros expertos atribuyeron los malos resultados a la desaparición de las instituciones dedicadas a evaluar el desempeño académico y estudiantil, entre las que destaca el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), que entre otras cosas, aplicaba las pruebas del Plan Nacional de Aprendizajes (Planea) con las que se medían resultados en la educación pública y privada de preescolar, primaria, secundaria y media superior.En mucho, la contra reforma del 2019 que empujó López Obrador para derogar la reforma educativa aprobada en el 2013 con la que desapareció el INEE, fue para pagar el respaldo político electoral en las elecciones presidenciales del 2018 de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), que siempre ha rechazado cualquier tipo de evaluación, incluida la prueba PISA, que ha exhibido los bajos niveles educativos que hay en las regiones del sur del país que dominan. Por eso, por donde se le vea, es una buena noticia que la prueba PISA se aplique en 2025 y veamos qué pasó con el nivel educativo en el país ya sin pandemia, con el modelo de la Nueva Escuela Mexicana y los controvertidos libros de texto que desarrolló e impuso la 4T.jbarrera4r@gmail.com