Martes, 30 de Abril 2024

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Tragedia migrante

Por: Rubén Martín

Tragedia migrante

Tragedia migrante

Opacada por honrar a fallecidos del mundo del espectáculo o el festejo de campeonatos largamente añorados, la noticia sobre la tragedia en la que murieron 55 migrantes en Chiapas, pasó casi desapercibida. Un tráiler en el que viajaban 160 personas iba a exceso de velocidad, lo que ocasionó que se volcara y en el accidente provocar el fallecimiento de 55 personas. 

Esta tragedia que quitó la vida a 55 personas, la mayoría guatemaltecos, ocurrió el pasado jueves 9 de diciembre en la carretera Panamericana a las 15:30 horas, en un tramo entre Chiapa de Corzo y Tuxtla Gutiérrez. El accidente provocó además 105 lesionados, de los cuales 83 son hombres, 22 mujeres. De los lesionados, 95 son de Guatemala, uno de Honduras, uno de México, uno de Ecuador, tres de República Dominicana y cuatro sin definir, y 19 son menores de edad, de acuerdo a información proporcionada por el Instituto Nacional de Migración (INM).

Como la mayoría de quienes se ven obligados a dejar su tierra y sus pueblos, lo hacen para buscar una vida más digna para ellos y sus familias. La mayoría de quienes se accidentaron, son jornaleros, campesinos o maestros con ingresos insuficientes para vivir dignamente. Pero para intentar huir de la pobreza, tienen que vender patrimonio o endeudarse para poder pagar el viaje a través de los coyotes.

Los migrantes que viajaban en el tráiler que se accidentó debieron pagar entre 11 mil o trece mil dólares para viajar desde Guatemala, cruzar México y llegar a Estados Unidos, según los testimonios que recogió el periodista Alberto Pradilla, de Animal Político (https://www.animalpolitico.com/2021/12/precio-pagaron-migrantes-accidente-chiapas/). El sistema de pago consistía en entregar mil 300 dólares en sus lugares de origen, 4 mil dólares en Puebla, México que era una parada intermedia, y el resto (unos 6 mil 700 dólares) al llegar en Houston, Texas. Por los menores de edad los coyotes cobraban 4 mil dólares, pero no cruzaban la frontera, sino que los dejaban ahí para pedir asilo.

En total, cada migrante debió pagar unos 230 mil pesos para pasar de Guatemala hasta Estados Unidos, para intentar obtener un empleo que les permitiera pagar sus deudas para llegar al norte y tener ingresos que les cambiaran la vida. Es un monto que un rico gasta en vacaciones, pero para los más pobres es el costo de intentar cambiar su vida. El sueño de miles de migrantes se convierte así en un negocio criminal de miles de millones de pesos. 

El ingreso de los coyotes por transportar a los 160 migrantes que se accidentaron ascendía a un millón 760 mil dólares, es decir, unos 36 millones de pesos. Este tráiler se accidentó pero muchos más logran su cometido. Y podemos imaginar que no son pocos los tráileres o vehículos que transportan diariamente a miles de migrantes que cruzan México a Estados Unidos. 

El mismo INM ha reconocido que los migrantes viajan en condiciones muy precarias y peligrosas, pues se ha identificado que los traslados se llevan a cabo en vehículos no aptos para el transporte de pasajeros, hacinados, sin alimentos, agua o ventilación suficiente. 

Aún con los riesgos que supone, miles emprenden el viaje por la esperanza de tener una mejor vida que la que tienen en sus lugares de origen. Se alimenta así un negocio multimillonario en el que participan distintas autoridades de México para hacerse de la vista gorda y permitir el paso de estos vehículos. 

Migrar por México mediante un coyote es la posibilidad para los pobres que pueden vender un patrimonio o endeudarse para pagar las sumas que les piden para ser llevados en un transporte. Pero esa es una posibilidad que no está al alcance de todos. Los más pobres emprenden la migración a pie, en caravanas para intentar protegerse. Son justamente las caravanas que el Presidente Andrés Manuel López Obrador ha tratado de impedir que lleguen a la frontera norte, gracias a los convenios que ha firmado con el gobierno de Estados Unidos, convirtiendo al gobierno mexicano en la primera línea de la Patrulla Fronteriza estadounidense.

Tras la tragedia de la muerte de 55 migrantes el pasado 9 de diciembre, los gobiernos hablan de endurecer medidas contra los coyotes, pero lamentablemente eso no va a detener las aspiraciones de migrar a miles de personas. Lo que provocará es que los coyotes aumenten sus precios o que quienes busquen hacerlo por sus medios, vayan por rutas más peligrosas y difíciles.

La política migratoria de México debe cambiar. Debe dejar de perseguir a los migrantes y darles asilo. Así como deja el libre flujo de las mercancías por todo el territorio, el Estado mexicano debe permitir el libre paso de las personas. Ningún ser humano es ilegal. 

rubenmartinmartin@gmail.com / @rmartinmar

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