Viernes, 29 de Marzo 2024
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Súper Fiscalía, reprobada

Por: Jaime Barrera

Súper Fiscalía, reprobada

Súper Fiscalía, reprobada

Al igual que el Gobierno federal saliente, la Administración de Aristóteles Sandoval incumplió su promesa de mejorar las condiciones de seguridad durante su gestión.

La apuesta por crear una súper Fiscalía General, que fusionó la ex Procuraduría General de Justicia y la ex Secretaría de Seguridad Pública, la Policía vial, el sistema de reclusorios y el Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses, estuvo lejos de alcanzar los objetivos y el sexenio termina con una imparable escalada de violencia que se ha acentuado a lo largo del 2018.

Lo que debilitó al nuevo modelo de Fiscalía fue que nunca se logró desahogar el trabajo de los ministerios públicos

El primer titular de esta Fiscalía, Luis Carlos Nájera, quien venía de ser el titular de la Secretaría de Seguridad en la pasada administración, salió del cargo luego de una de las mayores crisis de seguridad que se registró en mayo de 2015 cuando el cártel Nueva Generación derribó un helicóptero del Ejército Mexicano y llenó de narcobloqueos la ciudad. Regresó al gabinete este año y tuvo que salir meses después luego de sufrir un ataque de un grupo de sicarios cuando salía de un restaurante a plena luz del día en la zona de Chapultepec. Llego luego Eduardo Almaguer, con un perfil más político que policial, quien dos años después dejó su lugar a Raúl Sánchez, quien fue cesado el mes pasado por el escándalo de los cadáveres peregrinos en el tráiler de la muerte. Cerrará Marisela Gómez Cobos como titular, luego de estar en distintos cargos en la Fiscalía durante todo el sexenio. Entre ellos el de fiscal de Reclusorios cuando a inicios de la actual administración se dio una narcofiesta en uno de los penales de Puente Grande.

Ninguno de sus antecesores pudo consolidar el funcionamiento de esta nueva dependencia. En materia policial crearon la Fuerza Única Metropolitana y la Fuerza Única Regional que tampoco dieron los resultados esperados y se ganaron muchas quejas de prepotencia en el interior del Estado.

Pero sin duda lo que debilitó al nuevo modelo de Fiscalía fue que nunca se logró desahogar el trabajo de los ministerios públicos, con la contratación de más personal que acabara con los altos índices de impunidad en el Estado.

Esto lo deja claro el Censo Nacional de Procuración de Justicia del INEGI, que ubica a Jalisco como el cuarto peor Estado con el más bajo número de agentes y fiscales del Ministerio Público por cada 100 mil habitantes. La Entidad tiene 4.5 agentes sólo por arriba de México, Puebla y Sonora, y muy por debajo de Chihuahua, que tiene la mejor tasa con 24. 8 agentes del MP por la misma cantidad de habitantes.

El no modificar esa condición colapsó a la nueva Fiscalía como en su momento pasó con la antigua Procuraduría.

Por eso será clave para el nuevo Gobierno estatal, que ya decidió desmantelar la Fiscalía actual, llegar con una estrategia clara para resolver el déficit de los Ministerios Públicos que destrabe las investigaciones y se empiece a abatir la impunidad casi absoluta de la que gozan los delincuentes. 
 

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