Un Clásico más se nos fue y una vez más en el mundo amigos, parejas y socios pueden regresar a la normalidad. El Derbi español tiene años construyendo ladrillo por ladrillo, partido por partido una legión de seguidores a nivel mundial, y aunque ayer no había nada más que el orgullo en juego, la magia del futbol estuvo presente.El destino del club catalán estaba sellado y premiado, dos copas serían un sueño imposible para muchos de los clubes que protagonizan la Liga, pero el que su archirrival tenga posibilidades de llevarse su decimotercera orejona molesta a los blaugranas.El Camp Nou albergó uno de los Clásicos más entretenidos de los últimos tiempos, sin claras ventajas y con dos escuadras dispuestas a proponer un futbol vertical y agresivo. Los astros que visten las camisetas de ambos equipos se hicieron presentes durante el encuentro, Cristiano Ronaldo fabricando una jugada de ensueño que empató el partido a un gol y Lionel haciendo lo suyo para darle la ventaja a la escuadra catalana.Como todo resultado, el juicio tendrá que ser del que lo aprecia y su preferencia, pero un empate a dos goles me parece justo. La expulsión creo que fue inexplicable así como un penal que le privaron al Madrid. No importa a qué equipo apoyemos debemos de dar gracias a las fuerzas y la unión global que hacen posible que estas rivalidades antes negadas para la mayoría ahora las disfrutemos.Me cuesta trabajo decirlo como aficionado a uno de los equipos que enfrentó la batalla el día de ayer, pero debo admitir que es un placer disfrutar del futbol que estos equipos tienen a su disposición.En el campo es claro que para aquellos que portan la camiseta blanca o azulgrana el Clásico no es un partido más en el calendario, sufren, se emocionan y muestran lo mejor de sus cualidades. Para éste, los pasados y los próximos Clásicos sólo tengo que dar gracias y esperar que con el tiempo esta gran rivalidad siga cumpliendo a sus aficionados.Preguntas y comentarios maddinformador@gmail.com
