Desde hace meses se puede observar que el Gobierno del Estado de Jalisco diseñó y puso en práctica una política de control de daños a la imagen de las autoridades estatales por la grave crisis de desaparición de personas que se vive en el Estado. Es una política perversa, como escribí en este espacio anteriormente (https://bit.ly/3PnzWfH) porque la estrategia no está diseñada para mejorar el trabajo de búsqueda de personas en el Estado, sino para controlar el daño político a la imagen del actual Gobierno, especialmente del gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro Ramírez, en su aspiración de ser candidato a la presidencia de la República.Una de las partes más evidentes de esta estrategia de control de daños es el rasuramiento de cifras de personas desaparecidas que se presentan al Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas (Rnpdno) que administra la Secretaría de Gobernación, a través de la Comisión Nacional de Búsqueda (CNB).Hasta el día de ayer, había en todo el país 101,370 personas de los cuales 15,045 desapariciones ocurrieron en Jalisco, lo que representa 14.84% del total. Dicho de otro modo, 15 de cada 100 desapariciones que existen en todo México, ocurren en Jalisco.Conviene recordar que el 25 de marzo de este año, la Fiscalía de Justicia de Jalisco reportó una carga masiva de datos que rasuró casi 1,300 casos de personas reportadas desaparecidas. Hasta antes de esa fecha, el Estado de Jalisco aparecía con casi 16,300 desaparecidos. Las autoridades estatales justificaron esa notable reducción de cifras de casos de desaparecidos en la Entidad, con el argumento de que había casos duplicados, personas encontradas y cuyo registro no fue dado de baja y otras causas. Pero de marzo a la fecha, todo indica que las autoridades de Jalisco no están reportando todos los casos de desaparecidos que ocurren en Jalisco.El investigador de la Universidad de Guadalajara, y ex rector general de esa casa de estudios, Víctor Manuel González Romero, ha estado analizando las cifras de reportes de desapariciones que realiza la Comisión de Búsqueda de Personas del Estado de Jalisco (Copubej). En su cuenta de Twitter el ex rector de la UdeG presentó datos que abarcan la semana 22 del año, desde 33 de mayo de este año, hasta la semana pasada. En estas ocho semanas la Copubej presentó fichas de búsqueda de 228 personas, de las cuales seis se encontraron sin vida, 79 fueron encontrados con vida y 143 continúan desaparecidos.De los casos oficiales reportados por la Copubej, y de acuerdo al análisis de ocho semanas que presenta González Romero, se deduce que 62% de los casos reportados, continúan desaparecidos y semanalmente hay en promedio casi 18 personas desaparecidas, 72 al mes. Sin embargo estas tendencias de casos, al parecer, no se reportan completas al Registro Nacional de Desaparecidos.A falta de una explicación detallada y justificada de parte de las autoridades, este rasuramiento de cifras de desaparecidos parece explicarse como parte de la estrategia de control de daños del Gobierno estatal. Lamentablemente otros aspectos de esta estrategia que comenté en este espacio hace un mes, parecen continuar, como eliminar la información y las fichas de búsqueda que los colectivos de familiares que buscan a sus desaparecidos en muros y mobiliario urbano de la zona metropolitana. Y también persiste la nefasta practica de cuestionar y victimizar a padres y madres de los colectivos que les resultan incómodos.La perversa estrategia de control de daños del Gobierno estatal, motivada por intereses político-electorales, debe modificarse. La sociedad de Jalisco debemos acompañar a las familias y colectivos que buscan a sus ausentes. Sólo con la fuerza colectiva de la sociedad, desde abajo, podemos cambiar el actual estado de cosas que propicia esta grave crisis humanitaria y crisis de desaparecidos que aflige a miles de familias en la Entidad. Rubén Martínrubenmartinmartin@gmail.com / @rmartinmar