Donald Trump acudió a los medios el día de ayer para confortar aquellas familias que perdieron a algún ser querido y a la nación entera después del terrible tiroteo en una secundaria en el Estado de Florida. Dentro de su discurso el presidente se negó a mencionar la palabra armas o en su caso control de ellas y refirió problemas mentales como la principal razón detonante del terrible suceso.No es la primera vez que el Gobierno norteamericano propone cambiar la narrativa sobre los problemas sociales e inexplicables tiroteos a una causa médica, hace poco más de un año en Las Vegas un tirador aprovechó la posición de ventaja de su cuarto de hotel y disparó a los asistentes a un concierto cobrando la vida de 59 personas.El autor de tan atroz evento era un ciudadano de piel blanca, educado en los Estados Unidos y sin ninguna afiliación terrorista, Stephen Paddock aprovechó las laxativas leyes para convertir sus armas semiautomáticas a automáticas utilizando un dispositivo llamado “Bump Fire Stocks” que no está regulado en nuestro país vecino.Por supuesto que estoy de acuerdo con la posición del presidente al responsabilizar la demencia o carencia de facultades mentales; sin embargo, no creo que deba de ser la única razón que debe ser considerada, evaluada y fondeada. El joven que atacó a sus antiguos compañeros de escuela había hecho público en su comportamiento en redes sociales sus intenciones de violencia y el hecho que el FBI fue advertido de dichas amenazas debido a las leyes que protegen la privacidad no se pudo prevenir este terrible incidente.Es una realidad que nuestra sociedad sufre de un problema sobre salud mental y el Gobierno debe aprobar legislación que trate a los pacientes que las sufren. Sin embargo, mientras la administración no admita el problema de fondo respecto a la manera en que se distribuye y venden armas de fuego con tristeza creo que no será la última vez que regresen los encabezados lamentables.Estados Unidos y el Gobierno que lo preside han acudido a la premisa de crisis de salud nacional cuando tienen que reconocer algunos de los problemas que enfrenta su nación, la crisis de adicción a los opioides se ha convertido en una de las principales causas de muerte en el país y el gobierno después de reconocer el problema aprueba una serie de reformas que limitan a los ciudadanos el acceso a medicamentos que ayuden al paciente o terapia preventiva.Nuestros vecinos tienen un problema de salud, pero la solución está disponible siempre y cuando ambos partidos ignoren a los grupos especiales encargados de beneficiar a las industrias y ejecutivos que con legislación podrían ver sus bolsillos afectados.