El Gobierno del Presidente López Obrador y México necesitan una verdadera y profunda reforma fiscal en el 2020, una que promueva tres objetivos centrales: que los estados recauden, formalizar la economía, así como mayores recursos para inversión pública y programas sociales. Todo en un marco de finanzas públicas responsables y sin endeudamiento.En mayo, la SCHP tendrá que presentar los pré-criterios de política económica para 2020. Este documento inicia el diálogo con los legisladores sobre las perspectivas económicas y de finanzas públicas para el ejercicio fiscal del próximo año. Sin embargo, aún más importante en el contexto global actual, con los pré-criterios Hacienda establece su punto de vista sobre las variables fundamentales de la economía mexicana frente a los mercados internacionales. Urzúa tendrá que hacer un balance del contexto económico internacional, los mercados financieros, el comercio internacional, precios del petróleo, así como de las principales variables macroeconómicas de México.Si bien es un primer documento y no será hasta septiembre que se envíe al Congreso el Paquete Económico 2020, los pré-criterios marcan una señal importante de la visión del Gobierno. En este sentido, no sería sorprendente que Hacienda haga una reflexión sobre la necesidad de incrementar la recaudación fiscal del Gobierno federal y de la responsabilidad que los estados tienen para incrementar sus propios ingresos. En promedio, 80% de los recursos de los estados proviene de transferencias federales. Los gobernadores son adictos al PEF y llevan décadas sin tomar el toro por los cuernos.Cuando López Obrador declaró que el país “está en bancarrota”, lo que dijo fue que el Gobierno está quebrado y no hay suficiente dinero público para invertir en el desarrollo del país. Hoy el Presidente cuenta con la legitimidad y el capital político necesarios para impulsar una reforma que subsane esta realidad. Pero además, la inversión pública debe verse, como AMLO afirma, sólo como una parte de la inversión (sumada al sector privado) que el país requiere para crecer a mayores tasas. Esa también debe ser otra de las aristas que se atiendan con la reforma fiscal del 2020.
