Fue inaugurada el pasado jueves en la Ciudad de México la exposición “Música en la Puebla virreinal” en la que se muestran algunos documentos pertenecientes a la Colección Sánchez Garza. Dicho acervo está formado por documentos musicales que pertenecieron principalmente al Convento de la Santísima Trinidad de Puebla entre los siglos XVI y XIX y que fue adquirido por el coleccionista Jesús Sánchez Garza en la primera mitad del siglo XX.La muestra tiene lugar en el Museo Nacional de Arte, y está organizada por la Secretaría de Cultura, contando con la importante participación del Centro Nacional de Investigación, Documentación e Información musical (CENIDIM), institución que adquirió dicho fondo documental a la familia del coleccionista hace justamente 50 años.Los papeles expuestos reflejan la actividad musical correspondiente a uno de los más importantes centros conventuales femeninos del barroco novohispano. El interés que reviste la muestra se acrecienta por la forma en que fue planteado, pues se exhiben a la par obras pictóricas de la época y reconstrucciones de instrumentos históricos, los cuales brindan al espectador mayor información sobre el contexto en el que se desarrollaban los hechos musicales registrados en tales documentos.Es destacable que en este tipo de propuestas se piense cada vez más en integrar datos que en alguna medida puedan recrear el entorno de origen. Finalmente, estos documentos son simplemente el reflejo de una actividad artística que se debe a un marco de relaciones culturales, por lo que el tratar de interpretarlo de forma aislada o abstracta es un error que termina siempre por modificar su sentido en mayor o menor medida.En el caso de un periodo como el Barroco esto es más evidente, pues la música se configuró entonces en absoluta correspondencia con las propuestas surgidas en la arquitectura, pintura y escultura. El nacimiento de la perspectiva, el mensaje proyectado psicológicamente, el uso de las proporciones, la teatralidad, el ornato y un largo etcétera pueden servir de ejemplo.Por otro lado es un acierto que estos fondos sean mostrados al público, pues como parte del patrimonio cultural pueden incidir de esta manera en el entorno actual, siendo apreciados no solo por especialistas, sino dando fe de una parte de la identidad nacional que -aunque se haya intentado- no puede ser menospreciada ni negada.La exposición permanecerá hasta el próximo mes de febrero, cuando por cierto será presentado el estudio y catálogo definitivo de la colección.
