Jueves, 28 de Marzo 2024

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Politizan un problema humanitario

Por: Daniel Rodríguez

Politizan un problema humanitario

Politizan un problema humanitario

Desde el pasado miércoles el Centro de Convenciones de Dallas -ubicado en el centro de la ciudad- fue convertido en albergue para unos 3,000 adolescentes inmigrantes que han llegado al país en los últimos días. Durante 90 días estas instalaciones serán utilizadas como hogar mientras se ubica con familiares a los migrantes. Pero esta es solo una de las ubicaciones de las muchas que a lo largo de la frontera se han convertido para darle atención a unos 25 mil menores de edad que han llegado solos a territorio estadounidense.

Un día después -el jueves- el gobernador de Texas, Greg Abbott, envió una carta a la Casa Blanca, donde pide al presidente Joe Biden que los carteles mexicanos sean incluidos en la lista de organizaciones terroristas internacionales, responsabilizándolos de la crisis que se vive en la frontera con los migrantes. “Al explotar las políticas migratorias de Estados Unidos, los carteles han incrementado su poder y riqueza a expensas de vidas inocentes’, dice el documento. Agrega que esas políticas son “imprudentes” y pide con urgencia actuar antes de que el problema llegue a otras dimensiones.

Si bien es cierto que los grupos delincuenciales en México se aprovechan de los migrantes para robarlos y amenazarlos a que colaboren con ellos, pero dista mucho de que los carteles sean los que propician las caravanas de migrantes. Hay que estar concientes que muchos de los centroamericanos que llegan a la frontera con la ilusión de cruzar a territorio nortemaericano y que no cumplen con su cometido, regresan a suelo mexicano y en medio de la desesperación buscan a los traficantes para tratar de sobrevivir -a cualquier precio- para no verse en la obligación de regresar a sus países de origen de donde salieron huyendo.

Texas es uno de los más afectados por el problema migrante, ya que desde el centro de México -por donde pasan las caravanas procedentes de Centroamérica- la ruta más corta es hacia la frontera con ese estado.

Sin embargo, el problema del gobernador de Texas es más político que relacionado con la situación de los migrantes que llegan a su estado.

Hay que recordar lo que sucedió a principios de marzo cuando Greg Abbott levantó en Texas la medida obligatoria del uso de mascarillas con motivo de la pandemia. El gobernador de Texas dijo que el uso de la mascarilla no marcaba ninguna diferencia y escribió en Twitter “Texas está abierto al 100%”, a pesar de que en esos momentos su estado estaba en tercer lugar en número de muertos por la crisis sanitaria, mientras que Washington recomendaba extremar las medidas.

La respuesta de Biden calificó la decisión de Abbott como “pensamiento neandertal” (cavernícola), lo que provocó más tirantez en la relación entre Austin y Washington.

Desde la campaña presidencial, en las elecciones de noviembre pasado, favoreciendo a Trump como buen republicano y ahora con motivo de la pandemia, Greg Abbott ha sido un acérrimo enemigo de Biden. Pero no hay que confundir las diferencias partidarias con un problema humanitario que necesita la atención y participación de todos para resolverlo. ¿Usted, qué opina?.

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