La presencia de grupos de la delincuencia organizada en el municipio metropolitano de El Salto era un secreto a voces desde hace varias administraciones municipales. Con el enfrentamiento de la noche del miércoles pasado entre policías y sicarios que dejó saldo de 4 uniformados caídos y un herido, 8 presuntos maleantes muertos y 7 detenidos, quedó más que evidenciado.Decir, a partir de este nuevo hecho de violencia de alto impacto, que los grupos del crimen organizado se están aproximando peligrosamente al Área Metropolitana de Guadalajara es inexacto. El control territorial que el narco ha demostrado en plena metrópoli en distintos momentos viene también de tiempo atrás y si no, baste recordar el no muy lejano febrero del 2021 que un comando se metió hasta el restaurante Los Otates en la zona de Andares en Zapopan, la más vigilada de Guadalajara, para luego de una balacera, irse sin que nadie los molestara con un levantado y un muerto en la caja de una pick-up, a pleno medio día por la transitadísima Avenida Patria. Aunque es de reconocerse que por fin haya sido evitada la privación ilegal de la libertad de dos individuos en una de estas casas del terror que se han descubierto por decenas, en las que se tortura, se mata y se cavan fosas clandestinas sin que haya detenidos, es un avance. De hecho ayer también se encontró en esta finca de la Colonia San Lorenzo una bolsa con restos humanos.Pero lo preocupante es que los delincuentes volvieron a desafiar a una policía municipal, no del interior del estado sino de la zona conurbada, sabedores de su poder de fuego.Si bien esta vez los maleantes se llevaron la peor parte, los elementos de la Policía de El Salto sufrieron las 4 bajas la primera media hora después de que recibieron el reporte a las 8:40 de la noche y momentos después de que se desató la refriega y los sicarios, que se refugiaban en la calle Contreras Medellín 34, supieron que eran más. Y es que a las 8:43 que pidieron refuerzos, en la Policía estatal les dijeron que irían en su apoyo en cuanto llegara una patrulla. Llamaron después a la Policía Metropolitana, que en teoría debe ser la corporación de reacción inmediata para enfrentar a grupos fuertemente armados, pero les dijeron igual que no tenían de momento patrullas.Fue hasta las 21:09, todo según los partes oficiales de las corporaciones participantes, cuando llegó un convoy de cuatro unidades de la policía estatal, Guardia Nacional, del Ejército y de la Policía Metropolitana, para responder a los agresores y empezarlos a someter, cuando ya habían cobrado la vida de cuatro policías que llegaron en desventaja.jbarrera4r@gmail.com
