Pagar impuestos es de pobres y la evasión fiscal de ricos, o más bien, de súper ricos… El SAT y la Universidad de Chapingo publicaron el estudio “Evasión por contrabando en minería” que estima el monto de la evasión fiscal de este sector entre 2015 y 2021. México está entre los principales productores de minerales en el mundo. El 8.5% del territorio está concesionado para la extracción minera a través de 24 mil concesiones. Sin embargo, la industria minera evadió el equivalente a 75 mil millones de pesos de 2015 a 2021 (casi el 10% del valor total de sus exportaciones en el periodo). Para evadir impuestos declaran mercancías con un valor menor al que realmente tienen, sobre todo cobre, plomo y plata. Estos minerales los envían principalmente a China, Corea del Sur, Canadá, Estados Unidos y Países Bajos. (Por cierto, el salario promedio de un minero es de 14 mil pesos al mes.)Hay otros datos que ameritan una discusión aparte. Comparto uno: Zacatecas, uno de los estados más inseguros del país, tiene casi la tercera parte de su territorio concesionado a mineras. Es decir, la visión extractivista en su máxima expresión: el crimen, las mineras y la corrupción política exprimen a Zacatecas. Pero volvamos al tema. Gravar a las grandes fortunas representa un tabú nacional. Carlos Slim, por ejemplo, concentra más riqueza que 63 millones de mexicanos juntos, es decir, la mitad de la población en el país, según Oxfam México. Aquí las grandes empresas pagan tasas efectivas de entre el 1 y el 8% del total de sus ingresos, muy por debajo del 30% que marca la ley. De hecho, durante la pandemia los súper ricos en el país aumentaron su fortuna una tercera parte. Por si fuera poco, México ocupa el último lugar entre las economías más grandes de América Latina en recaudación de impuestos a la riqueza. Cobra a los ricos el equivalente al 0.34% del PIB frente al promedio latinoamericano del 2.5 por ciento. La mayor parte de impuestos que se pagan son al consumo, salario y seguridad social. Es decir, lo pagamos “Juan de a pie”. Si usted tiene un empleo formal, sabe muy bien que el 30% de su ingreso se lo lleva el impuesto sobre la renta. Por eso ahora que a AMLO se le inflamó el pecho ante miles en el Zócalo con el discurso de la soberanía nacional ante Estados Unidos, me pregunto: ¿Por qué un Gobierno que se dice de izquierda renunció a implementar una reforma fiscal progresiva para gravar a los súper ricos? ¿Porque prefiere los subsidios que son limitados pero políticamente más rentables? ¿Tras el estudio del SAT, AMLO seguirá pensando lo que le dijo a Justin Trudeau durante su visita a México?: “La mayoría de las mineras canadienses nos están ayudando a que no se destruya el territorio y que se cuide el medio ambiente”. En México pagar impuestos es de pobres y la evasión fiscal de ricos, o más bien, de súper ricos… y de mineras extranjeras. jonathan.lomelí@informador.com.mx
