“La no atención y sobre todo la impunidad y negligencia por parte de las autoridades para atender las demandas y esclarecer los crímenes, les ha dado carta blanca a asesinos y delincuentes”, escribió en un informe a finales de la década pasada la Doctora Cirila Quintero Ramírez, profesora e investigadora de El Colegio de la Frontera Norte- Matamoros. Y agregaba que, “a pesar de la gran cantidad de elementos policiales -con que cuenta el gobierno- las acciones violentas siguen proliferando”, destacando que era necesario extirpar “desde las estructuras -de los grupos delincuenciales- los tumores de la criminalidad, corrupción e impunidad, pero eso quizá no les conviene -o les interesa- mucho a nuestros gobernantes”.Y precisamente sobre la violencia que padecemos en México, Isabel Aguilar Umaña, especialista en prevención de violencia de Catholic Relief Services (CRS), dice que la actividad delincuencial “permanece invisibilizada y tiende a no asombrarnos. Ya hasta nos parece normal, pues nos hemos acostumbrado tanto a ella que permanecemos incólumes e indiferentes”.Y así es, la violencia ya la percibimos como algo normal y como parte de nuestra vida cotidiana. Sin embargo, allende las fronteras, sobre todo nuestros vecinos del norte, están preocupados de lo que sucede en México. El martes el legislador republicano Dan Crenshaw -ex miembro de las Fuerzas Armadas estadounidenses- reprochó al presidente Andrés Manuel López Obrador por negarse a aceptar ayuda militar para combatir a los carteles de la droga.En un video publicado en redes sociales, Crenshaw se preguntó, "¿Cuánta más violencia pueden soportar?. ¿Cuándo va a llegar a su límite?”. Y demandó al presidente mexicano, “ya es hora de detener los juegos políticos y trabajar juntos para combatir esta amenaza que afecta a nuestros dos países. Yo creo que ya es hora de declarar a los carteles enemigos de México y de los Estados Unidos. Ya es hora de que nos dejen ayudarlos”.Independiente a la propuesta del legislador, el martes pasado el Departamento de Estado estadounidense emitió una alerta de viaje a seis estados de la República ante los riesgos que corren los turistas norteamericanos ante las acciones de violencia del crimen organizado en nuestro país. Invitan a no acercarse primordialmente a Colima, Guerrero, Michoacán, Sinaloa, Tamaulipas y Zacatecas, mientras que a Baja California, Chihuahua, Durango, Guanajuato, Jalisco, Morelos y Sonora piden ‘reconsiderar viajar”.Para quienes residimos en México -como dice Isabel Aguilar Umaña- da la impresión que “permanecemos incólumes e indiferentes”, pero quienes observan la situación por la atraviesa México y los atrocidades que suceden con los grupos delincuenciales, las cosas han llegado a límites insostenibles y de mucho peligro.En los ofrecimientos de ayuda que han llegado de Estados Unidos para combatir los elevados índices de criminalidad -con las debidas limitaciones para evitar una intromisión de nación -, se debería de considerar el ofrecimiento -si es que en verdad se quiere ‘agarrar el toro por los cuernos’ y enfrentar el problema- y que así como se recibe asesoría y ayuda en otros áreas de la relación bilateral, se permitiera el aprovechamiento de la inteligencia estadounidense para erradicar el cáncer de violencia que padecemos. Ahora bien, la pregunta sería, ¿Necesitamos ayuda o la postura de “abrazos, no balazos” debe prevalecer para seguir provocando impunidad?.Pero ‘mientras son peras o son manzanas’, habrá que seguir la recomendación de Manuel Gonzalez Oscoy, maestro de psicología de la UNAM, quien al referirse a la violencia a la que nos enfrentamos, recomendó: “Algo que es efectivo es aguantar la respiración por 10 o 15 segundos, pues el cerebro reacciona a la falta de oxígeno y la emergencia pasa a segundo plano para priorizar la supervivencia”.¿Usted, qué opina? Daniel Rodríguezdaniel.rodriguez@dbhub.net
