La estrategia de la Fiscalía del Estado está rindiendo frutos. Gerardo Octavio Solís Gómez, comprometido con la tradición del relato oral y su riqueza, cada lunes realiza una crónica de los crímenes que pasmaron a la ciudad.Su estrategia de hacer una rueda de prensa para arrancar la semana, lo empieza a consolidar como el Primer Cronista de Crímenes del Estado. Las transmisiones en vivo, los tuits y las publicaciones en el face mantienen al borde del asiento a chicos y grandes, pobres y ricos, víctimas y victimarios.Las historias son variopintas y lo mejor: están diseñadas como thrillers cuyo desenlace probablemente nunca sabremos, lo que le da un toque de realismo impune e ineficiencia a toda la trama.Nuestro Primer Juglar Estatal, aunque con algunas dificultades, está logrando superar las galletitas y el café como estrategia contra la inseguridad, una innovación de nuestro añorado clientazo Roberto “El Chino” López, ex secretario general de Gobierno.Y todo este entretenimiento por 137 mil pesos brutos al mes, lo que ganaría un servidor público que asumiera las tareas de fiscal del Estado. Nada mal, pero sus historias lo valen.***Señor director, vamos a dejar sin gasolina a Jalisco. ¿Alguna indicación? Ninguna, bueno sí, comuníquenme con el gobernador Enrique Alfaro, pero hasta el próximo lunes. Pero señor director, hoy es jueves. Es que tengo partida de Rosca de Reyes.Finalmente Octavio Romero Oropeza, director de Petróleos Mexicano (Pemex), cinco días después de iniciada la crisis, se dignó a comunicarse con el gobernador Enrique Alfaro para explicarle qué pasa con el desabasto de combustible en la Entidad.Al menos fue consistente con su explicación: el poliducto de Salamanca, Guanajuato, está cerrado debido al daño provocado por los huachicoleros, por lo que la estrategia seguirá siendo abastecer a la metrópoli con pipas.El director de Pemex, un hombre de palabra queremos creer, le prometió al gobernador que llegarán 94 mil barriles diarios de combustible. Eso no alcanzará para normalizar la situación, pero a ver, ¿ponganse a contarlos?