Aunque esta vez no se trató de una balacera abierta, ni se registró en fin de semana de alta afluencia de visitantes a este destino jalisciense de montaña, la agresión a tiros en la comunidad de Epenche Chico, en Mazamitla, que dejó como saldo tres muertos y un herido grave, es igualmente grave porque confirma la guerra que se ha desatado entre grupos del crimen organizado por el control del territorio de ese municipio turístico y sus alrededores.El parte oficial de la Fiscalía reporta que cuando viajaban en un vehículo, tres hombres y una mujer fueron atacados a balazos de forma directa por un comando que los tomó por sorpresa para luego huir. La mujer y dos hombres fueron abatidos mientras otro quedó gravemente lesionado. El vehículo en el que viajaban y que quedó con más de 20 impactos de bala era un Nissan, que a la postre se supo, portaba placas sobrepuestas.Este nuevo episodio violento que hizo tendencia otra vez en redes sociales el nombre del municipio ni siquiera fue entre brechas. La comunidad de Epenche Chico está a menos de 10 minutos de la cabecera municipal y a ella se llega por un camino bien pavimentado en el que hay una amplia oferta de renta de cabañas para turistas, lo que habla de una disputa abierta, que se da a plena luz del día y que por consecuencia, pone en riesgo, cada vez con más frecuencia, a su población. Ni qué decir del impacto negativo que han provocado en los prestadores de servicios de hospedaje, comida y entretenimiento que han visto desplomadas sus ventas.Lo preocupante es que ni las autoridades municipales, ni el gobierno estatal ni el federal han podido hacer algo para pacificar esta región de Jalisco, que colinda con Michoacán, y que desde el mes de febrero ha tenido graves sobresaltos de violencia. Sin duda el más grave ocurrió el domingo 1 de mayo cuando los sicarios de bandas contrarias decidieron tomar las avenidas y plazas principales de Mazamitla para sus vendettas, causando pavor entre los turistas. El saldo fue de ingresos carreteros bloqueados con camiones y autos incendiados, y tres muertos, entre ellos un civil que nada tenía que ver los delincuentes. Ese día el gobierno municipal lo único que atinó a hacer fue pedir a los habitantes resguardarse para no exponerse.Algo más que esto está obligada a hacer la autoridad municipal, como exigir el apoyo del gobierno estatal y federal, para impedir que el grupo delictivo “Pájaros Sierra”, que rompieron con el CJNG en febrero pasado tras la masacre en un funeral en San José de Gracia, Michoacán, a 15 minutos de Mazamitla, tomen este destino vacacional como su campo de batalla.jbarrera4r@gmail.com