Apenas ayer comentábamos del triste papel de la 62 Legislatura que controla el partido Movimiento Ciudadano (MC) por simular una supuesta preocupación e interés por la paridad de género en la participación política para ordenar arbitrariamente que solo mujeres puedan participar en la elección extraordinaria de Tlaquepaque, cuando en realidad lo que buscan es sacar una ventaja política al dejar fuera a Alberto Maldonado, el candidato morenista que los impugnó y logró que se anulara la elección, ciertamente en una controvertida y cuestionable decisión del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF).Esta semana también decidieron flexibilizar al máximo los requisitos para las y los interesados en ocupar las próximas vacantes de magistrados en el Poder Judicial y para colmo ayer, en sesión extraordinaria, la mayoría de los diputados naranjas con sus incondicionales del PAN aprobaron las convocatorias para seleccionar a los contralores, llamados hoy titulares de los Órganos de Control Interno (OIC) del Tribunal de Justicia Administrativa, para la Comisión Estatal de Derechos Humanos y para el Instituto de Transparencia e Información Pública, y sin rubor alguno decidieron no incluir la aplicación de un examen de conocimiento como requisito para los aspirantes.Las y los diputados suplentes que integran la Comisión de Vigilancia, y que al igual que el resto de los que llegaron cuando se fueron los titulares al Congreso federal o a otros cargos, parecieran que sólo llegaron a acatar órdenes y desmantelar y desactivar todo lo que huela a candados y controles para la clase política y gubernamental, argumentaron que omitieron los exámenes en la convocatoria porque el Comité de Participación Social (CPS) del Sistema Estatal Anticorrupción (SEA) no se los sugirió.El argumento es poco convincente si tomamos en cuenta las embestidas que esta misma Legislatura ha hecho en contra de las y los integrantes del CPS desde junio del 2020 que criticaron la imposición de dos consejeras y consejero de la Judicatura, que justamente no habían pasado los exámenes con las calificaciones mínimas que exigía la convocatoria.Hoy las mayoría emecista que controla en Congreso quiere dejar allanado el camino de los exámenes para los titulares de las OIC y perpetuar así la lógica de los cuates y las cuotas en la designación de los funcionarios que en teoría deberían ser los mejor calificados y de mayor reputación para que actúen con independencia. Así los que están cerrando la Legislatura 62, lo están haciendo inmejorablemente para que quede en la historia como una de las más desprestigiadas y la que trajo de vuelta las peores prácticas que se creían superadas. Por eso, a 24 días de su fin habrá que ver qué tantos estropicios más cometen, aunque lo mejor sería que como dicen en el futbol, mejor ya pite el árbitro y se vayan a su casa.jbarrera4r@gmail.com
