La escritora y periodista Suzy Hansen publicó en The New York Magazine un amplio reportaje sobre el conflicto en Gaza titulado: “Crímenes de guerra a simple vista”.Su lectura me dejó helado. La autora recurre a una multiplicidad de fuentes, agencias internacionales, testimonios directos, especialistas, médicos en campo y organismos defensores de derechos humanos, entre otros.Hansen documenta lo que, a la luz de la evidencia, la opinión de expertos y el derecho internacional, es un genocidio cometido por Israel en Gaza. Las cifras son funestas .La incursión armada del grupo terrorista Hamás en Israel, el 7 de octubre de 2023, cobró la vida de mil 200 personas y tomó 250 rehenes; la mayoría de las víctimas eran civiles.Una semana después, Israel comenzó el asedio de la franja de Gaza con constantes bombardeos bajo el pretexto de eliminar a las milicias terroristas de Hamás.Casi dos años después, la cifra de muertos en la franja de Gaza asciende a 56 mil palestinos, incluidos 15 mil 613 niños y niñas, 8 mil 304 mujeres y 3 mil 839 ancianos; además de 116 mil 991 heridos, muchos de gravedad y con amputaciones de miembros.La periodista refiere un estudio que documentó al menos 654 ataques contra instalaciones médicas en Gaza desde el inicio del asedio israelí además del asesinato de alrededor de 200 periodistas.Hasta ahora, los bombardeos de Israel sobre Gaza han desplazado a cerca de 2.2 millones de gazatíes.Si contabilizamos a todas las víctimas en cada bando, la respuesta desproporcionada de Israel es casi 4 mil por ciento más severa que el ataque que sufrió por Hamás.La tesis del artículo de Hansen se centra en demostrar que lo ocurrido en Gaza es un genocidio ante la inacción de la comunidad internacional, y con la complicidad de Estados Unidos.El genocidio es definido por las Convenciones sobre el Genocidio como la “intención de destruir, total o parcialmente, a un grupo nacional, étnico, racial o religioso, como tal mediante el asesinato, la inflicción de graves daños físicos o mentales, la imposición de condiciones de vida que hayan de acarrear su destrucción física total o parcial”.La diferencia de este conflicto y cualquier otro, señala la autora, es que el término “guerra” o “crimen de guerra” es insuficiente para lo que ocurre en Gaza. Esto porque el bando que enfrenta Israel carece de ejército o soldados a los cuales confrontar, lo que ha abierto la puerta a crímenes contra la humanidad sin precedentes.“El orden legal de posguerra establecido para prevenir las atrocidades de la Segunda Guerra Mundial ha fracasado, y peor aún, Estados Unidos, que nominalmente asumió la responsabilidad de preservar ese orden, está instigando la matanza y abandonando cualquier pretensión de acatar la ley”, señala la autora.Los ataques de Israel y Estados Unidos a Irán son la extensión de ese plan de exterminio de una población en un orden legal mundial quebrado para poner límites al sufrimiento humano. La inverosímil amenaza de Trump a Irán bien podría traducirse: “dejen de existir o habrá más bombas”.Uno se pregunta, ¿quiénes son los verdaderos matones de Medio Oriente?P.D.¿Puede haber algo peor que el Holocausto? Sí, un Holocausto transmitido vía smartphone en vivo, sin que nadie se inmute.